Expertos en fertilidad valoran de forma muy positiva las últimas técnicas incorporadas a la reproducción asistida
Merck ha aumentado su portfolio de tecnologías aplicadas en fertilidad con Gavi, el primer vitrificador automatizado, y Geri, un incubador con 6 compartimentos que permite seguir la evolución de los embriones.
Las nuevas tecnologías han revolucionado el mundo de la reproducción asistida en los últimos años y la innovación en el laboratorio ha permitido alcanzar grandes logros, aumentando la probabilidad de embarazo y la reducción de partos múltiples. En la actualidad, el reto en reproducción asistida se centra en la estandarización, automatización y objetividad en todas las fases del proceso para garantizar que las pacientes tengan la oportunidad de recibir el mejor tratamiento, tal y como se ha puesto de manifiesto durante el encuentro “Las nuevas tecnologías impulsan los avances en reproducción asistida”, organizado por Merck.
En este sentido, la doctora Montserrat Boada, presidenta de la Asociación para el Estudio de la Biología en la Reproducción Asistida (ASEBIR) y directora de los laboratorios de Técnicas de Reproducción Asistida de Salud de la Mujer Dexeus de Barcelona, apunta a la definición correcta de los protocolos para lograr el éxito: “para conseguir buenos resultados no se puede improvisar. Los procesos de laboratorio deben estar bien definidos en protocolos normalizados de trabajo y todos los miembros deben cumplirlos”.
Según la doctora Boada, y tal y como confirmaba Miguel Fernández Alcalde, director de la Unidad de Fertilidad de Merck, algunos procedimientos técnicos podrían automatizarse y evitar así la variabilidad, algo que también defiende la doctora Jenny Álvarez, gerente Médico de Fertilidad de Merck, quien destaca la importancia de “mejorar las tecnologías aplicadas al tratamiento de la fertilidad, ya que su implementación en el laboratorio de reproducción asistida tiene una relación directa con los resultados”. Por este motivo, Merck apostó en el año 2014 por la creación de la división Fertility Technologies, combinando así una herencia de más de 60 años de experiencia en fertilidad con un compromiso de futuro en esta área.
A pesar de la importancia de estas tecnologías, la presidenta de ASEBIR defiende también la labor actual del embriólogo como pilar fundamental: “su experiencia es necesaria para muchos de los procedimientos e imprescindible para la toma de algunas de las decisiones más importantes”, explica.
Las mejoras, sin embargo, no sólo se han producido en el laboratorio. La doctora MontserratBoada ha coincidido con el doctor Ramón Aurell, jefe de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirón de Barcelona, en la necesidad de un trabajo multidisciplinar. Para el doctor Aurell todo está interrelacionado: “una mala estimulación ovárica la puede arreglar un laboratorio y una buena estimulación ovárica la puede estropear un mal laboratorio. Si no somos impecables, cada uno con nuestra labor, el resultado no lo será tampoco”.
Desde el punto de vista ginecológico, el doctor Aurell ha afirmado que se plantean retos importantes, como la construcción de un discurso respetuoso y claro sobre la edad de la mujer, informar a las parejas de que el embarazo no es algo “exprés”, la adaptación a las peticiones de nuevos modelos de familia y la preparación para responder a un paciente que cree estar informado, pero realmente no cuentan con información fiable.
Esta labor, según el especialista del Hospital Quirón de Barcelona, se completa con los recientes avances de aplicación en el laboratorio: “contamos con una tecnología tan puntera, tan regulada, tan perfecta que apenas tiene cabida el fallo humano. Si todo esto viene acompañado de profesionales que sepan manejarlo, lo recibo con los brazos abiertos, ya que es un arma más para lograr lo que buscamos: una tasa de embarazo lo más alta posible”.
Recientemente Merck ha aumentado su portfolio de tecnologías aplicadas a la fertilidad con dos nuevos sistemas.
El primero de ellos es Gavi, una tecnología que representa la innovación más reciente en vitrificación, al tratarse del primer vitrificador automatizado. Gavi mejora el proceso de vitrificación con resultados consistentes y repetibles gracias al proceso de equilibrado automatizado, que reduce la variación en la manera de procesar los embriones.
Por otro lado, Geri es un incubador “benchtop” equipado con seis compartimentos de incubación totalmente independientes, de modo que se minimiza la posibilidad de que ocurran eventos que puedan alterar las fases tempranas del desarrollo embrionario. Cada compartimento de incubación está equipado con una cámara con funcionabilidad “time lapse” que captura diferentes momentos del desarrollo embrionario, permitiendo seguir su evolución con una muy buena calidad de imagen.
Para la doctora Jenny Álvarez, la incorporación de estas dos tecnologías es una prueba más de que Merck tiene previsto “continuar ofreciendo opciones innovadoras con potencial de mejorar los resultados, así como sumar nuevas tecnologías que contribuyan a la estandarización, automatización y objetividad en cada una de las etapas de los procesos de RA desde el laboratorio”.
Por último, la gerente médico de Fertilidad de Merck ha afirmado que la compañía se plantea como reto “mejorar los procedimientos de FIV desde el laboratorio y minimizar la diferencia que existe entre los países en los que ya se ha desarrollado la reproducción asistida y los pacientes de mercados emergentes. En resumen, lograr mejores fármacos, mejores dispositivos y mejores tecnologías”, ha concluido.
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