El cacao reduce el riesgo cardiovascular en hipertensos

El cacao es muy rico en bioactivos, como los polifenoles, que han mostrado un efecto cardioprotector.

Karla Islas Pieck. Barcelona | karla.islas@diariomedico.com | 28/04/2016 15:40

El consumo de al menos 50 gramos de chocolate con alto porcentaje de cacao al día puede reducir hasta en un 20 por ciento el riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares en los pacientes con hipertensión arterial, según los últimos resultados de un estudio que se han presentado durante el XI Congreso Internacional de la Dieta Mediterránea, que se celebra en Barcelona en el marco de la feria Alimentaria 2016.

El trabajo, dirigido por Peter Hollman, profesor de Nutrición Humana en la Universidad de Wageningen (Holanda), es un metaanálisis realizado a partir de 42 ensayos clínicos prospectivos controlados, con un total de 1.279 participantes, que demuestran que el cacao podría reducir la presión arterial, mejorar la función vascular medida mediante el grado de dilatación arterial mediada por flujo y reducir la resistencia a la insulina.

Actualmente están en marcha diversos estudios que pretenden desentrañar los mecanismos moleculares que puedan explicar los efectos beneficiosos del cacao sobre la salud cardiovascular. Actualmente existe evidencia de que el consumo de este nutriente eleva la concentración de óxido nítrico en el endotelio vascular, lo que favorece el proceso de vasodilatación y se traduce en una reducción de la tensión arterial y una mejora de la función endotelial, ha detallado Estruch a Diario Médico.

También se ha podido comprobar que el cacao, que es rico en polifenoles, incrementa la sensibilidad a la insulina que mejora el metabolismo de la glucosa, mejora el perfil lipídico y reduce la función y actividad de las plaquetas, además de tener un potente efecto antiinflamatorio, "algo muy importante, porque la inflamación es la base de muchas enfermedades crónicas. A mayor cantidad de polifenoles, mayor protección frente a enfermedades cardiovasculares".

Para Estruch, las propiedades de este alimento lo postulan como un buen candidato para integrarse en la dieta mediterránea, como en su día se hizo con otros productos que no eran propios de esta zona geográfica, como el tomate.