Relación entre Chiari, escoliosis y siringomielia

La escoliosis, la siringomielia y el síndrome de Arnold Chiari I podrían compartir la misma etiología. Por ello, se ha denominado como síndrome neuro-cráneo-vertebral.

Javier Granda Revilla. Barcelona | 10/05/2012 00:00

Miguel Royo, director del Instituto Chiari & Siringomielia & Escoliosis, de Barcelona. (Rafa M. Marín)

Las investigaciones de Miguel B. Royo Salvador, director del Instituto Chiari & Siringomielia & Escoliosis de Barcelona, en el campo de la siringomielia idiopática comenzaron hace 37 años, en colaboración con la cátedra de Anatomía y Embriología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigida por José María Doménech.

Otras enfermedades también tienen el mismo mecanismo de producción y actualmente son consideradas como idiopáticas

"Los trabajos en esta enfermedad rara se prolongaron durante 19 años, y llegamos a la conclusión de que era debida a un ligamento en la médula que tiraba más de la cuenta: al faltar la sangre, se formaba el quiste y se llenaba de líquido. Las teorías actuales incluso consideran que este líquido es cerebral", ha aclarado el experto, que ha pronunciado una conferencia en el Congreso de la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología (Estro).

Detener la evolución

En su opinión, otras enfermedades tienen el mismo mecanismo de producción que son consideradas como idiopáticas como la platibasia, la escoliosis idiopática, la inversión basilar, el retroceso odontoideo y el kinking del tronco cerebral, entre otras. Estas investigaciones fueron publicadas como tesis doctoral en 1992, que recibió el aprobado cum laude por el tribunal de tesis en la Universidad de Barcelona, y que aparecieron cuatro años después en revistas médicas.

El sumatorio de la incidencia de todas las patologías que componen este síndrome es más del 10 por ciento de la población mundial

"Como la afectación de la médula era común a este grupo de enfermedades, planteamos detener su evolución negativa cortando el ligamento con una intervención clásica como la sección del filum terminale, con tres horas de duración y entre cinco y siete días de ingreso en clínica, con un cierto riesgo quirúrgico". Royo optó entonces por cortar el ligamento en una intervención mínimamente invasiva, de 45 minutos de duración y que puede realizarse con anestesia local en adultos.

Síndrome similar

Según su criterio, como esta expresión de enfermedades se debe a la misma causa, todas ellas son la misma enfermedad que se expresa de forma distinta en función de determinadas circunstancias. "Al afectar a todo sistema nervioso, al cráneo y a la columna vertebral, lo he denominado síndrome neuro-cráneo-vertebral. Lo sorprendente es que el sumatorio de la incidencia de todas las enfermedades que componen este síndrome es más del 10 por ciento de la población mundial: estarían afectadas más de 700 millones de personas".

Colaboración externa

Según el especialista, es paradójico que la mayoría de enfermos ignoren que tienen la enfermedad "y los médicos tampoco tienen elementos ni conceptos claros para diagnosticarla". Su investigación se centra ahora en cadáveres, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona, a fin de valorar la diferencia de anatomía entre los enfermos y la normalidad.

"También estamos estudiando que hay otro grupo de enfermedades relacionadas con esta enfermedad como las discopatías, las hernias discales, el síndrome de la faceta articular o la eneuresis nocturna. Cuando un paciente vive toda su vida con la médula tirante, se producen una serie de contracturas que hacen que los discos intervertebrales se gasten más de la cuenta y se rompan antes de lo normal", ha recalcado.

Miguel B. Royo ha anunciado que publicará próximamente los resultados de 500 pacientes intervenidos en este síndrome.