Sinergia entre tabaco y radón residencial en cáncer pulmonar

Un estudio de la USC en Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention demuestra una sinergia entre la exposición a radón residencial y el consumo de tabaco. Los grandes fumadores con exposiciones al radón superiores a las recomendadas tienen 73 veces más riesgo.

María R. Lagoa. Vigo | 30/05/2012 00:00

Alberto Ruano, de la USC, y Xoán Miguel Barros, del CHUS. (Andrés Panaro)

Los autores principales de la investigación son los profesores Xoán Miguel Barros Dios y Alberto Ruano Raviña, miembros del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, perteneciente al Instituto de Investigaciones Sanitarias y al CiberESP.

"Hicimos en 2002 un estudio previo en el que analizamos esa interacción entre los dos factores: tabaco y radón residencial, pero el tamaño de la muestra era mucho menor; ahora la muestra es grande y hemos hecho más categorías referentes al consumo de tabaco y a la exposición a radón", explica Alberto Ruano. Así, este estudio incluye a casi mil personas, reclutadas entre 2004 y 2007. De ellas, 450 son pacientes con cáncer de pulmón de los complejos hospitalarios de Santiago de Compostela y Orense y 500 son controles, sin cáncer. A todos los participantes se les hicieron mediciones de radón en su domicilio y una encuesta sobre estilo de vida.

El resultado es que hay una sinergia clara entre los dos factores. Aquellos sujetos grandes fumadores y con una exposición a radón residencial superior a la que recomiendan las autoridades norteamericanas (148 bequerelios por m3) tienen 73 veces más riesgo de cáncer pulmonar en comparación con los que no han fumado nunca y que están menos expuestos al gas.

El estudio desvela que el gas radón tiene influencia en dos tipos histológicos de la enfermedad: cáncer de células pequeñas y los tipos menos habituales

Otra aportación importante del trabajo es que demuestra que concentraciones de radón de 50/60 bequerelios por m3, que están por debajo de las aconsejadas por las autoridades norteamericanas y europeas (148 y 200, respectivamente), pueden aumentar en más del doble el riesgo de cáncer.
Los investigadores observaron, además, una influencia diferente de este gas en los distintos tipos histológicos de la enfermedad; concretamente, tiene mayor relación con el cáncer de células pequeñas y los tipos menos habituales.

Se estima que en torno a una muerte al día por cáncer de pulmón obedece al radón residencial. Galicia es una de las zonas españolas con altas concentraciones de este gas debido al substrato geológico del terreno. El radón se va acumulando en el interior de los domicilios y en cualquier edificio. También son zonas sensibles el norte de Madrid y Extremadura, y el área occidental de Castilla-León. "Son zonas graníticas y el radón procede del uranio y el granito tiene mucho uranio", comenta Ruano, quien identifica las casas unifamiliares con sótano en el subsuelo o con bodegas que tienen el suelo de tierra, como viviendas de más riesgo, así como los pisos inferiores frente a los superiores.

Alberto Ruano y Xoán Miguel Barros continúan con esta línea de investigación y analizan la influencia de concentraciones altas de radón residencial en personas que nunca han fumado y tienen cáncer de pulmón. Han revisado ya 150 casos de todos los hospitales gallegos, que sobre todo corresponden a mujeres mayores.