domingo, 4 de octubre de 2009

Las costumbres argentinas no son saludables


Sedentarismo, dieta y tabaquismo
Las costumbres argentinas no son saludables
El riesgo cardiovascular del país es el más elevado de la región

Noticias de Ciencia/Salud: Domingo 4 de octubre de 2009 | Publicado en edición impresa
Sebastián A. Ríos
LA NACION

Los médicos se quejan. Dicen que los argentinos comemos mal, que hacemos poca actividad física y que estamos demasiado expuestos al humo del tabaco. Y lo malo es que razón no les falta.

Los estudios y las estadísticas muestran que la dieta de los argentinos presenta un déficit del 58% de alimentos de alto valor nutricional; que el 46,2% de los adultos lleva una vida sedentaria, y que el 33,4% del mismo nivel poblacional fuma, aunque es el 56,7% de la población el que está expuesto al humo del cigarrillo.

Pero ¿cuál es el impacto de este tan criticado estilo de vida sobre nuestra salud? La enfermedad cardiovascular ?a grandes rasgos, resulta de la combinación de una mala alimentación, sedentarismo y tabaquismo? es la primera causa de muerte en la Argentina. De los 290.911 decesos ocurridos en 2007 cuya causa pudo ser establecida, unos 95.420 fueron por razones cardiovascular. Vale entonces preguntar si el doctor Carlos Boissonnet, cardiólogo del Cemic e investigador del estudio Carmela.

En la mayoría de los factores de riesgo cardiovascular evaluados en el estudio Carmela, la ciudad de Buenos Aires se encontraba por arriba del promedio de América latina: somos los primeros en hipertensión, los segundos en colesterol elevado y los terceros en tabaquismo.

"Creemos que los valores obtenidos en la ciudad de Buenos Aires pueden ser extrapolados a las ciudades grandes del país", dijo Boissonnet.

Dime lo que comes...
La hipertensión, en la cual Buenos Aires resultó primera con una prevalencia del 29% (ver ilustración), es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el factor de riesgo cardiovascular de mayor impacto. Los datos del estudio Carmela están en sintonía con estudios realizados en el nivel nacional -que estiman entre el 24 y el 27% la prevalencia de hipertensión-, pero los primeros permiten establecer comparaciones con otras ciudades de la región.

Entonces, ¿por qué hay más hipertensión en la Argentina que en otros países de América latina? "Creo que aquí pesa mucho el factor genético, ya que Europa tiene los valores más altos de hipertensión y aquí la población es en una buena parte descendiente de europeos -afirmó Boissonnet-. Pero también es cierto que nuestro consumo de sal es de 10 miligramos diarios, lo que es muy alto..."

¿Y en hipercolesterolemia, en la que Buenos Aires sólo es superada por Quito? "La respuesta podría en parte estar en nuestro elevado consumo de carnes rojas", respondió el cardiólogo. Con 70 a 72 kilos al año per cápita, nuestro consumo de carne vacuna es por lejos el más alto del mundo.

Carne vacuna, pero también productos panificados, es lo que comemos en exceso; lo que comemos en cantidad insuficiente también tiene un efecto claro sobre la salud. Lácteos, hortalizas, frutas, cereales, pescado, aceites: todos estos alimentos de alto valor nutricional están subrepresentados en nuestra dieta. El déficit, en promedio, es del 58 por ciento.

"Comemos de menos de casi todo lo bueno", decía en un artículo publicado el domingo pasado en LA NACION el licenciado Sergio Britos, de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En la Argentina se fuma, y mucho. Según estadísticas del Ministerio de Salud, el tabaquismo alcanza el 33,4% de la población adulta, mientras que el tabaquismo pasivo afecta el 56,4% de toda la población.

Si lo que se busca es saber si fumamos más o menos que nuestros vecinos, el estudio Carmela también aporta datos útiles: en la ciudad de Buenos Aires fuma el 39,7% de los varones y el 37,7% de las mujeres, un tercer puesto en un ranking en el que el primer puesto lo ocupan los varones de Quito, Ecuador, con un 49,4 por ciento de fumadores.

El consumo elevado de productos del tabaco y la alta exposición al humo en lugares públicos y privados tienen un innegable impacto que no se limita a la salud cardiovascular. Según estadísticas del Ministerio de Salud, en 2007, la segunda causa de muerte fueron las afecciones oncológicas (con 60.177 decesos). El cigarrillo, está ampliamente demostrado, aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, así como el de muchos otros tipos de cáncer.

Asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), rinitis, sinusitis, todas éstas son enfermedades causadas por el tabaco o que empeoran con la exposición al humo del tabaco, recordó el doctor Carlos Baena-Cagnani, de la Universidad Católica de Córdoba. "Todas podrían mejorar con un menor consumo de tabaco, ya que además algunas de estas enfermedades, como el asma o la EPOC, están en aumento en la Argentina", dijo el especialista, que presidirá el XXI Congreso Mundial de Alergia, que se realizará en diciembre en Buenos Aires.

Pero no sólo es alto el consumo de tabaco en la Argentina, también lo es el de bebidas alcohólicas. Consumo que va en aumento, al igual que sus consecuencias sobre la salud. "En la Argentina, el consumo de alcohol pasó en los últimos diez años de ser la cuarta causa de trasplante hepático a ser la segunda", dijo el doctor Adrián Gadano, presidente de la Sociedad Argentina de Trasplantes.

"El consumo elevado de alcohol está presente en prácticamente todos los países de América latina. Varía de país a país el tipo de bebida, pero el consumo es de mediano a alto, y así sus consecuencias hepáticas. Lo que sí observamos en la Argentina es que afecciones hepáticas asociadas al alcohol que antes se veían entre los 35 y los 40 años ahora se ven entre los 25 y los 30."

Como muestran las estadísticas y estudios citados, son muchas las costumbres argentinas que vale la pena cambiar.

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