ENTREVISTA | Pedro Alonso
'El reto de la OMS es decidir qué papel le va a dar a esta vacuna'
Pedro Alonso, en una imagen de archivo. | S. González
Laura Tardón | Madrid
Actualizado miércoles 09/10/2013 08:26 horas
Si hace 10 años le hubieran dicho a Pedro Alonso que la primera vacuna contra la malaria podría llegar al mercado en 2015 hubiera descartado la idea. Sin embargo, el investigador español ve ahora esa posibilidad mucho más cerca. La farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) acaba de anunciar a bombo y platillo que solicitará los permisos necesarios para comercializarla a las autoridades europeas y lo ha hecho con los datos en la mano de un reciente ensayo clínico en fase III.
Sus resultados muestran que la conocida RTS,S consigue reducir casi a la mitad el número de casos de la enfermedad en menores de entre cinco y siete meses y en un 25% en los recién nacidos entre las seis y las 12 semanas de vida tras 18 meses de seguimiento (el seguimiento continuará 32 meses más), lo que, según Alonso, que ha colaborado activamente en la investigación, permite esbozar un cierto optimismo.
Sus resultados muestran que la conocida RTS,S consigue reducir casi a la mitad el número de casos de la enfermedad en menores de entre cinco y siete meses y en un 25% en los recién nacidos entre las seis y las 12 semanas de vida tras 18 meses de seguimiento (el seguimiento continuará 32 meses más), lo que, según Alonso, que ha colaborado activamente en la investigación, permite esbozar un cierto optimismo.
¿Marca este ensayo que acaba de presentarse en Durban un antes y un después en la investigación?
En realidad, los resultados de este ensayo van muy en la línea de las publicaciones de años anteriores. La del año pasado también señalaba que la eficacia de esta vacuna era de más de un 50% en los niños en un año de seguimiento. El problema es que con el paso del tiempo iba perdiendo eficacia, sobre todo en los niños más pequeños (de dos y tres meses).
¿El hecho de que vaya perdiendo eficacia podría cambiar el panorama de optimismo?
Este es un punto importante. Nos hubiera gustado que los resultados se hubieran mantenido. Estamos probando estrategias para compensar la pérdida de eficacia que se da con el tiempo, a base de dosis de refuerzo. En este sentido aún no podemos avanzar nada porque hasta el año que viene no obtendremos los resultados.
¿Esta medida también serviría tambén para los niños más pequeños (que es en los que se observa mayor pérdida de eficacia)?
En este caso, quizás les estamos vacunando demasiado temprano, entre los dos y tres meses. Probablemente, deberíamos vacunarlos más tarde, a los cinco meses, cuando la vacuna es más eficaz y más duradera. Pero esto habría que comprobarlo.
¿La aprobación supondría un cambio de estrategia en la lucha contra la malaria?
Ahora, el gran reto de la OMS es decidir (en 2015) qué papel le da a una vacuna de eficacia moderada en las estrategias mundiales de control y eventual eliminación de la malaria. Estamos acostumbrados a las vacunas que son eficaces en un 99%-100%. Quizás existan otras enfermedades (como en este caso la malaria) en las que es más difícil conseguirlo. Es la primera vez que la comunidad internacional nos encontramos en este tipo de situaciones, es un nuevo camino que hay que recorrer para establecer el papel que puede jugar esta vacuna a gran escala.
Dado que el seguimiento va a continuar 32 meses más (nos situaríamos en 2016), quizás la OMS prefiera esperar para ver qué ocurre en ese tiempo. ¿Cree que pospondrá su decisión más allá de 2015?
Aunque se hará un seguimiento extra durante 32 meses más, en 2014 se tendrá toda la información necesaria. También es cierto que no se esperan sorpresas en los nuevos datos que se obtengan, ya que, hasta el momento, los resultados de todas las publicaciones van en la misma línea. Todos los datos han sido siempre muy consistentes y la consistencia en ciencia es muy importante.
¿Estamos entonces en un momento clave?
Hace 10 años, ni en el mejor de nuestros sueños imaginaríamos la primera generación de vacuna contra la malaria que pudiera jugar un papel en el control y eliminación de esta enfermedad y ahora estamos muy cerca. Es un paso histórico..
¿Cuál es el papel de Glaxo en este ensayo?
La farmacéutica simplemente fabrica el producto (la vacuna), pero este ensayo es un trabajo basado en las experiencias clínicas de once centros de investigación de siete países africanos. Tengo que subrayar que me siento particularmente orgulloso de los investigadores africanos implicados en este ensayo. Nosotros abrimos camino hace muchos años y contribuimos al desarrollo.
¿Seguirán trabajando en ella?
No es una vacuna definitiva. Hay que mejorarla, con ésta o con otras candidatas, para ampliar su eficacia.
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