Comer en familia reduce la posibilidad de padecer obesidad

Un estudio muestra que la actitud de la familia frente a la comida es uno de los principales factores para combatir la obesidad infantil.

Luz Mar Rebollo. Madrid | 04/07/2014 00:00

María José Olesti y José Antonio Serrano

María José Olesti, vicepresidenta de The Family Watch, junto a José Antonio Serrano. (DM)

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El papel de la familia es clave para controlar la obesidad infantil, según José Antonio Serrano, coordinador del área de salud de The Family Watch, durante la presentación del informe Obesidad infantil y juvenil, ayer en Madrid.

El estudio ha puesto de relieve los altos niveles de obesidad infantil que se han visto duplicados a partir de los años 80 a nivel mundial, "de una epidemia para la que no tenemos medicación", advirtió Serrano. Por eso la prevención resulta fundamental y, según muestra el estudio, la actitud de la familia frente a la comida es uno de los principales factores para combatir la obesidad infantil.

"Comer todos juntos al menos una vez al día y realizar un desayuno completo previene el sobrepeso", recalcó Serrano. Asimismo, conductas como ver la televisión mientras se come y premiar o castigar mediante alimentos deben evitarse, aconseja el médico.

Las recomendaciones también incluyen la actividad física: los niños tienen que realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física intensa o moderada.

"Promover las actividades de ocio que requieran movimiento y deporte es una buena forma de fomentar hábitos deportivos", señaló Serrano, recalcando la importancia de reducir el tiempo de ocio sedentario. El informe también indica que las horas de sueño están directamente relacionadas con la obesidad; así, los niños que descansan menos de ocho horas están más predispuestos a presentar sobrepeso.

Prevenir durante el embarazo

Según José Antonio Serrano, la obesidad tiene muy mal tratamiento en la edad adulta. Por ello, no solo es importante la prevención en la infancia sino que debe comenzar en el momento mismo del embarazo. Factores genéticos como el sobrepeso de la madre o ambientales originados por una mala alimentación, el exceso de estrés y ser fumadora pueden alterar el normopeso del bebé antes de su nacimiento. "Los hábitos saludables deben comenzar en los primeros nueve meses", señaló.