PUBLICADO EN LA REVISTA ESPAÑOLA DE CARDIOLOGÍA
El consumo de cocaína puede triplicar el riesgo de infarto
Las personas que consumen cocaína tendrían hasta tres veces más de posibilidades de sufrir un infarto que las que no lo hacen.
Redacción | 31/07/2014 11:40
Un estudio publicado en la Revista Española de Cardiología (REC) señala que las personas que consumen cocaína tendrían hasta tres veces más infartos que la población no consumidora de esta sustancia.
La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Sevilla y el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, estudió un total de 5.475.325 pacientes ingresados mayores de 18 años de 87 hospitales españoles durante el período de 2008 al 2010. Entre los ingresos hubo 24.126 pacientes con dependencia o abuso a la cocaína y un total de 79.076 casos de infarto agudo de miocardio (IAM). Según el análisis, los pacientes con trastorno por consumo de cocaína alargan la estancia hospitalaria una media de 1,5 días y aumentan el coste de la misma una media de 382 euros.
Según se desprende de esta investigación, la cocaína está asociada al desarrollo de insuficiencia cardíaca. Esta sustancia estimula el sistema nervioso simpático aumentando su sensibilidad a la noradrenalina e incrementando la concentración de adrenalina hasta cinco veces por encima de los niveles normales, promueve la liberación de endotelina-1 (un potente vasoconstrictor), e inhibe la producción de ácido nítrico (el principal vasodilatador). Además, favorece la trombosis coronaria, activando las plaquetas y favoreciendo su agregación.
"Tras el consumo prolongado de cocaína pueden sufrirse muchos trastornos agudos y aparecer lesiones crónicas, incluyendo cardiopatías tóxicas, que empeoran el pronóstico de estos pacientes", ha apuntado Miguel Gili Miner, responsable del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Universitario Virgen Macarena.
PACIENTES HOSPITALIZADOS
Los pacientes ingresados con trastorno por consumo de cocaína son más jóvenes que los que no sufren esa adicción (de media tienen una edad de 37,3 años), principalmente se trata de hombres (el 78,2%), que presentan mayor prevalencia de hepatopatías, sida, pérdida de peso y depresión pero tienen menos incidencia de otras enfermedades asociadas al riesgo cardiovascular como obesidad, hipertensión, arritmias o diabetes, entre muchas otras, un hecho que puede explicarse al tratarse de personas jóvenes.
Los pacientes ingresados con trastorno por consumo de cocaína son más jóvenes que los que no sufren esa adicción (de media tienen una edad de 37,3 años), principalmente se trata de hombres (el 78,2%), que presentan mayor prevalencia de hepatopatías, sida, pérdida de peso y depresión pero tienen menos incidencia de otras enfermedades asociadas al riesgo cardiovascular como obesidad, hipertensión, arritmias o diabetes, entre muchas otras, un hecho que puede explicarse al tratarse de personas jóvenes.
Según el estudio publicado en la revista de la SEC, la franja de edad con mayor prevalencia de trastornos por cocaína entre los pacientes hospitalizados es la de varones de entre 35 y 44 años, seguido del grupo de varones menores de 35 años, representando un 3,11 por ciento y un 2,90 por ciento de los pacientes respectivamente. Además, existe una relación directa entre la edad en la que se consume cocaína y la incidencia del infarto, ya que mientras que la presencia de infartos en la franja de edad de 35 y 44 años es del doble que entre los no consumidores de cocaína, en las personas de 45 a 54 años se triplica y en la de 55 a 64 años se quintuplica.
Junto a esto, Gili Miner ha explicado que, "el aumento de infartos a mayor edad y consumo de cocaína es debido tanto al efecto nocivo del consumo prolongado de esta sustancia como a la presencia de mayores comorbilidades".
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