La captación del c-HDL sería un biomarcador CV

Nuevas variables medibles entran en juego para determinar el riesgo de cardiopatías como la enfermedad cardiovascular y la arritmia auricular.

Redacción. Madrid | 19/11/2014 00:00

La capacidad de captación de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) del colesterol podría ser un nuevo biomarcador para determinar el riesgo de enfermedad cardiovascular, según adelanta la revista The New England en un estudio que coincide con la reunión anual de la AHA (American Heart Association), en Chicago.

El trabajo indica que esa tasa de atracción -el proceso por el que las HDL asimilan colesterol de los tejidos, sobre todo de los macrófagos, antes de conducir esas moléculas al hígado- parece incidir en la patología cardiovascular. Así, la tasa de captación supondría un factor pronóstico mejor que medir la concentración de HDL.

Estas conclusiones se apoyan en el estudio de 2.924 adultos sin enfermedad cardiaca sintomática, incluidos en la cohorte Estudio del Corazón de Dallas. Los investigadores, encabezados por Anand Rohatgi (Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern), siguieron a los sujetos de la cohorte durante una mediana de 9,4 años. La tasa de atracción de colesterol se relacionó de forma inversa con la incidencia de enfermedad ateroesclerótica.

El tejido adiposo del epicardio podría ser un factor indicativo del riesgo de arritmia auricular, un elemento medible más fiable que el índice de masa corporal

También en la reunión de la AHA se ha cuestionado el alcance de otro factor de riesgo para predecir la probabilidad de ciertas cardiopatías. Un trabajo coordinado por Mark Rabbat, de la División de Cardiología del Centro Médico de la Universidad de Loyola, concluye que en personas cuyo índice de masa corporal (IMC) es normal, la grasa alrededor del tejido muscular cardiaco podría constituir un importante riesgo de fibrilación auricular.

El trabajo se ha llevado a cabo con 54 pacientes que presentaban una fibrilación auricular. El volumen medio de tejido adiposo del epicardio en estos sujetos alcanzó los 120 centímetros cúbicos. Los investigadores hallaron una correlación estadísticamente significativa entre el volumen del tejido adiposo y la fibrosis, lo que no ocurrió con el IMC de los pacientes.

Los autores sugieren que harán faltan estudios más amplios para confirmar esta asociación, pero en principio, con este trabajo se desinfla la creencia de que el tejido adiposo del epicardio sea inofensivo, casi un tejido inerte. Por el contrario, parece un órgano metabólicamente activo, cuyas proteínas liberadas parecen influir en la fibrosis.

Las trans y la caducidad
Por otra parte, un estudio sobre grasas trans efectuado en una cohorte de más de mil varones sanos indica que su alto consumo podría empeorar la memoria. Beatrice A. Golomb, de la Universidad de California en San Diego, que ha expuesto los resultados, apunta que "como digo a mis pacientes, las grasas trans aumentan el tiempo de caducidad de los alimentos, y reducen el de las personas".