La fibrilación auricular puede estar detrás del 30% de los ictus de origen desconocido
Alicante (15/04/2015) - Redacción
• Así lo indican dos estudios publicados recientemente, el CRISTAL AF y el EMBRACE
• Este será uno de los temas que se van a abordar en la I Reunión Conjunta de la Sección de Electrofisiología y Arritmias y la Sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología
El Auditorio de la Diputación de Alicante acogerá hasta el sábado 17 de abril la I Reunión Conjunta de la Sección de Electrofisiología y Arritmias y la Sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que, por primera vez, reunirá cerca de 700 profesionales de ambas secciones. "Esta reunión supone un punto de encuentro entre especialistas que comparten muchos aspectos de la práctica clínica y permitirá poner en común el conocimiento de ambas secciones", explica el Dr. Ángel Moya, presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC. "El encuentro conjunto supone un enriquecimiento mayor para los especialistas en electrofisiología y arritmias y también para los especialistas en estimulación cardiaca", añade el Dr. Francisco Ruiz Mateas, presidente de la Sección de Estimulación Cardiaca de la SEC.
Durante este encuentro se abordarán algunas novedades en torno al estudio y tratamiento del ictus y es que durante el último año se han publicado dos trabajos, el EMBRACE y el CRISTAL AF, que concluyen que mediante dispositivos internos o externos de monitorización prolongada se puede demostrar que la fibrilación auricular, la arritmia más frecuente, se encuentra detrás de hasta un 30 por ciento de los eventos isquémicos cerebrales de origen no aclarado.
Cabe destacar que entre el 20 y el 40 por ciento de los ictus isquémicos son criptogénicos, es decir, se desconoce su causa. Hasta la fecha había indicios de que estos ictus podían tener una causa embolica siendo provocados por una arritmia, pero no existía evidencia científica de ello.
Los investigadores del CRISTAL AF analizaron los diagnósticos de 441 pacientes a los que dividieron en dos grupos: uno al que monitorizaron mediante un monitor cardiaco insertable durante 90 días y otro, el grupo de control, al que realizaron únicamente el seguimiento estándar de 24 horas. Los resultados han mostrado que se logra detectar fibrilación auricular (FA) a un 8,9 por ciento de los pacientes monitorizados durante 6 meses mientras que solo detecta esta arritmia en el 1,3 por ciento de los pacientes del grupo de control (aquellos a los que no se les insertó el monitor implantable). Esta diferencia se hace aún más notoria si la monitorización se realiza durante 12 meses: en este caso los porcentajes ascienden a 12,4 por ciento y 2 por ciento respectivamente. Así, el estudio concluye que la monitorización prolongada es más efectiva para realizar el seguimiento y detectar los casos de fibrilación auricular en pacientes que han sufrido ictus criptogénico.
Por su parte, el estudio EMBRACE concluye que los sistemas de monitorización no invasiva durante un período de 30 días mejoran significativamente la detección de la fibrilación auricular en comparación con el procedimiento estándar de corta monitorización que consiste en controlar al paciente durante 24 horas. En este caso, los investigadores contaron con la participación de 572 personas mayores de 55 años que habían padecido ictus o ataque isquémico durante los 6 meses previos. Los pacientes también fueron divididos en dos grupos: al primero se le realizó un seguimiento de 30 días mediante una grabadora de eventos cardiovasculares mientras que al grupo de control se le realizó el seguimiento estándar de 24 horas mediante Holter. Los resultados mostraron que en el primer grupo se detectó fibrilación auricular al 16,1 por ciento de los participantes mientras que en el segundo grupo solo se detectó en un 3,2 por ciento.
El Dr. Francisco Ruiz Mateas explica que, "estos resultados confirman que la fibrilación auricular se encuentra detrás de muchos eventos isquémicos cerebrales de origen no aclarado hasta el momento. Actualmente existe un tratamiento muy eficaz para estos pacientes: los anticoagulantes orales. Así, este hallazgo supone un cambio en la evaluación y el tratamiento de aquellos ictus que quedaban sin diagnóstico preciso. Con todo, la fibrilación auricular se postula como la primera causa de ictus, multiplicando por cinco el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular", y añade que, "los ictus causados por fibrilación auricular son más mortales y dejan más secuelas que aquellos que se producen por otros motivos. Es por ello que es especialmente importante distinguir de entre los ictus criptogénicos, aquellos que son causados por esta arritmia".
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