sábado, 25 de abril de 2015

Un estudio más no encontró vínculo entre las vacunas y el autismo: MedlinePlus

Un estudio más no encontró vínculo entre las vacunas y el autismo: MedlinePlus

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Un estudio más no encontró vínculo entre las vacunas y el autismo

El resultado aplicó hasta para niños con riesgo de este trastorno en el desarrollo
Traducido del inglés: miércoles, 22 de abril, 2015
Imagen de noticias HealthDay
MARTES, 21 de abril de 2015 (HealthDay News) -- Un estudio más no encontró evidencia de que la vacuna contra sarampión, paperas y rubeola (measles-mumps-rubella, MMR) aumente el riesgo de autismo, incluso entre los niños que tienen un riesgo genético más alto.
Los expertos dijeron que los resultados, reportados en la edición del 21 de abril de la revista Journal of the American Medical Association, deben tranquilizar a los padres, particularmente aquellos que ya tienen un hijo con autismo.
La teoría de que las vacunas MMR aumentan el riesgo de autismo tiene sus raíces en un pequeño estudio realizado en 1998, el cual poco tiempo después fue descartado como fraudulento. Desde entonces, numerosos estudios internacionales no han encontrado evidencia de que las vacunas ayuden a detonar el autismo.
Aun así, algunos padres siguen preocupados. Y los que ya tienen un hijo con autismo parecen estarlo aún más.
"La investigación ha mostrado que los padres que tienen hijos con trastornos de espectro autista son más propensos a retrasar la aplicación de vacunas para sus hijos más jóvenes", dijo el doctor Bryan King, investigador de autismo de la Universidad de Washington en Seattle.
"Básicamente, esperan hasta que el desarrollo haya terminado, y todo indique que su hijo no será afectado (por el autismo)", dijo King, quién escribió un editorial publicado con el estudio.
Pero retrasar la aplicación de las vacunas recomendadas pone a los niños en riesgo de infecciones potencialmente graves, dijo la doctora Anjali Jain, líder del estudio e investigadora del Grupo Lewin, una empresa de consultoría de salud en Falls Church, Va.
La doctora Jain señaló el más reciente brote de sarampión en los Estados Unidos como ejemplo. Este año, 162 personas han sido contagiadas en brotes a través de 19 estados y Washington, D.C., de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (U.S. Centers for Disease Control and Prevention, CDC).
Las autoridades de salud culpan por la reaparición de la enfermedad, en parte, a los padres que deciden no aplicar o retrasar las vacunas de sus hijos.
En años recientes, los Estados Unidos han visto un aumento en los trastornos de espectro autista, o TEA (ASDs, Autism Spectrum Disorders), un grupo de trastornos en el desarrollo del cerebro que afectan el comportamiento del niño así como su habilidad para comunicarse y socializar. Los más recientes cálculos federales dicen que uno de cada 68 niños tiene alguna forma de trastorno de espectro autista. Estos varían ampliamente en gravedad: algunos niños tiene problemas relativamente moderados con las interacciones sociales, mientras que otros son incapaces de hablar y se enfocan en un número limitado de comportamientos repetitivos.
Se sabe que los genes hacen a ciertos niños más vulnerables al autismo; es por esto que los niños que tienen un hermano mayor afectado por este trastorno tienen un riesgo más elevado que el promedio. Pero los expertos creen que los factores ambientales también juegan un papel.
Una teoría, dijo King, es que se necesita un "triplete", es decir genes, más un detonador ambiental que se presente durante una ventana de tiempo particular en el desarrollo del cerebro.
Pero con base en años de investigación, la vacuna de MMR no es el detonador, de acuerdo con los expertos en la salud. "Todos los estudios que han investigado esto, con todas las estrategias que han usado, no han encontrado señal alguna", dijo King.
Los nuevos descubrimientos están basados en expedientes de las aseguradoras correspondientes a alrededor de 96,000 niños estadounidenses con un hermano o hermana mayor; 2 por ciento tenían un hermano o hermana mayor con un trastorno de espectro autista.
De los niños con un hermano afectado, 7 por ciento tenían un trastorno de espectro autista, comparados con poco menos del 1 por ciento de los demás niños. Sin embargo, no hubo evidencia de que la vacuna de MMR elevara el riesgo de autismo en alguno de los grupos de niños, dijo Jain.
Entre los niños con hermanos afectados, los que habían recibido una dosis de MMR antes de los 2 años eran de hecho 25 por ciento menos propensos a ser diagnosticados con un trastorno de espectro autista, según encontró el estudio. Las probabilidades eran aún más bajas entre aquellos que recibieron dos dosis antes de los 5 años.
Entonces, ¿la vacuna de la MMR de hecho "protege" contra el autismo? Probablemente no, dijo King. Es posible que algunos padres que hayan notado retrasos en el desarrollo en sus bebés opten por no vacunarlos, por ejemplo.
"Pero podemos decir que la vacuna no estuvo asociada con un incremento en el riesgo de niños con y sin hermanos afectados", dijo King.
Jain coincidió. "Espero que esto tranquilice a los padres", dijo.
De acuerdo con King, es natural que los padres con un niño que tiene autismo quieran reducir el riesgo para sus hijos más jóvenes.
"Todos creen que deben haber factores ambientales que contribuyan al aumento exponencial de TEA que hemos visto", dijo. "Pero no entendemos cuáles son todavía".
A pesar de eso, los investigadores están encontrando pistas. Y cada vez aumentan más las sospechas de que el desarrollo prenatal del cerebro es el periodo más crítico, dijo King.
Él señaló un estudio publicado la semana pasada, en el cual los investigadores encontraron que en un grupo de más de 322,000 niños, el riesgo de autismo fue elevado entre aquellos cuyas madres tuvieron diabetes relacionada con el embarazo en el primero o segundo trimestre.
King resaltó que todavía no está claro lo que eso quiere decir, pero denotó que algunos de los genes vinculados con el autismo también están involucrados en la regulación de insulina, la hormona que controla el azúcar en la sangre que deja de funcionar cuando se tiene diabetes.
De acuerdo con King, estudios como esos están abriendo nuevas ideas sobre los potenciales factores ambientales de riesgo para el autismo al mismo tiempo que otros están "cerrando la puerta" a la teoría de la MMR.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Anjali Jain, M.D., gerente consultora, Lewin Group, Falls Church, Va.; Bryan King, M.D., profesor, psiquiatría y ciencias del comportamiento, Universidad de Washington, Seattle; Journal of the American Medical Association, 21 de abril de 2015
HealthDay
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