martes, 15 de noviembre de 2016

¿El 'bienestar' de una comunidad puede ayudarle a vivir más tiempo?

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¿El 'bienestar' de una comunidad puede ayudarle a vivir más tiempo?

Un estudio encontró que las personas que residen en condados estadounidenses más contentos vivieron 2 años extra o más
Traducido del inglés: viernes, 11 de noviembre, 2016
Imagen de noticias HealthDay
JUEVES, 10 de noviembre de 2016 (HealthDay News) -- El nivel de "bienestar" de una comunidad, incluyendo la salud emocional y la satisfacción vital de las personas, podría ayudar a explicar algunas de las disparidades en la expectativa de vida en todo Estados Unidos, según un estudio reciente.
Se sabe que la esperanza de vida de los estadounidenses puede variar en gran medida dependiendo de dónde vivan. Un estudio de 2013, por ejemplo, encontró que un hombre nacido en el condado de Fairfax, Virginia, podría esperar vivir casi 18 años más que su contraparte nacido en el condado de McDowell, en Virginia Occidental.
Las diferencias en los datos demográficos, como los ingresos, la educación y la raza, solamente explican parcialmente las disparidades.
El nuevo estudio, publicado en la revista Health Affairs, observó cómo el "bienestar" de un condado encaja en este panorama.
El bienestar incluía la salud física general de la población de un condado. Pero también midió los niveles de salud emocional, de satisfacción vital, optimismo y seguridad de las personas: si se sentían seguras y tenían acceso a una vivienda y a la atención de la salud.
Resultó que las puntuaciones de bienestar de los condados estaban vinculadas con la esperanza de vida, más allá de los factores como la pobreza, la educación y la raza.
"Vemos la variación sustancial en la esperanza de vida en Estados Unidos, y no está simplemente determinado por factores sociodemográficos", dijo la investigadora principal, la Dra. Anita Arora, experta clínica de la Robert Wood Johnson Foundation en la Universidad de Yale.
"También se trata del modo en que se siente la gente, qué tan felices son, si tienen un acceso básico a cosas como un hogar seguro", señaló Arora.
Todos esos factores podrían afectar en última instancia a la esperanza de vida de las personas de muchas formas, indicó. Si las personas viven en áreas que carecen de lugares donde hacer ejercicio o comprar comida sana, por ejemplo, es difícil seguir los consejos sobre un estilo de vida saludable que escuchan a todas horas.
Una investigadora que no participó en el estudio se mostró de acuerdo.
La mayoría de las personas probablemente comprenden la necesidad de tomar decisiones saludables, dijo Laudan Aron, miembro principal que estudia los problemas de bienestar social en el Instituto Urbano de Washington, D.C.
"Pero quizá las personas no puedan implementar a nivel práctico las cosas que los profesionales de la salud les piden que hagan", advirtió.
"Los pasos que pueden mejorar la salud y el bienestar no solamente se dan a nivel individual", dijo Aron. "También hay una responsabilidad colectiva".
Para el estudio, el equipo de Arora usó los datos de una encuesta telefónica representativa a nivel nacional de adultos estadounidenses en más de 3,000 condados.
Se dio a cada condado una puntuación de bienestar basada en las respuestas de los residentes a preguntas sobre la salud física y emocional, hábitos en el estilo de vida, el entorno laboral, la satisfacción vital y los problemas "de acceso básico", como contar con una vivienda y una atención médica asequibles, y un entorno seguro.
La esperanza de vida promedio en los distintos condados varió ampliamente, encontró el estudio: de unos 73 a 85 años para las mujeres, y de aproximadamente 64 a 82 años para los hombres.
Y hubo una correlación directa entre la forma en que aumentaba la puntuación de bienestar de un condado y la esperanza de vida de las personas, independientemente de la configuración racial del área y de los niveles de pobreza y educativos.
Por cada aumento de 1 desviación estándar (4.2 puntos) en la puntuación de bienestar del condado, la esperanza de vida aumentó en casi dos años para las mujeres y en 2.6 años para los hombres, dijo Arora.
Los hallazgos no son sorprendentes, según Noreen Goldman, profesora de demografía y asuntos públicos en la Universidad de Princeton.
"Sabemos que para los individuos, estos mismos factores están vinculados con la esperanza de vida", comentó Goldman, que no participó en el estudio.
Lo que no está claro, según ella, es esto: "¿El lugar en que usted vive importa más y más allá que sus características individuales?".
Arora reconoció que su estudio no responde a esa pregunta. Al mismo tiempo, dijo, es fácil ver cómo una comunidad puede limitar o respaldar la capacidad de las personas de estar sanas físicamente y de lo contrario.
Otro estudio publicado en la misma edición de la revista sugiere que los esfuerzos comunitarios pueden marcar la diferencia en la esperanza de vida de los residentes.
Al examinar los datos recogidos durante 16 años, los investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Kentucky encontraron que las "muertes prevenibles" se redujeron en las comunidades de EE. UU. que crearon programas de promoción de la salud. Las muertes prevenibles incluían las muertes de bebés y las muertes asociadas a afecciones como la enfermedad cardiaca, la diabetes y la infección con la gripe.
Específicamente, las autoridades de esas comunidades trabajaron con organizaciones locales, desde hospitales hasta compañías y grupos religiosos, para el diseño de programas que abordaran los problemas locales de salud, como las tasas altas de tabaquismo o de factores de riesgo de enfermedad cardiaca.
Según Arora, es importante recordar que la "salud" no trata solamente de la enfermedad física.
"La Organización Mundial de la Salud define la 'salud' como un estado de completo bienestar físico, mental y social", indicó.
Así que los esfuerzos por mejorar la salud y la longevidad de los estadounidenses tienen que ir más allá del sistema de atención de la salud, dijo Arora.
Aron se mostró de acuerdo, y señaló que todo, desde las inversiones en las escuelas, hasta las políticas fiscales y las leyes locales de urbanismo, y los esfuerzos por mejorar la seguridad del vecindario, puede en última instancia afectar a la salud de las personas.
"Tenemos que ver las conexiones entre todas estas cosas y el bienestar", dijo Aron.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Anita Arora, M.D., M.B.A., Robert Wood Johnson Foundation clinical scholar, Yale University, New Haven, Conn.; Laudan Aron, M.A., senior fellow, Center on Labor, Human Services and Population, Urban Institute, Washington, D.C.; Noreen Goldman, D.Sc., professor, demography and public affairs, Woodrow Wilson School of Public and International Affairs, Princeton University, Princeton, N.J.; November 2016, Health Affairs
HealthDay
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