La colaboración entre 2 enzimas es clave en el crecimiento tumoral
El hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos para diferentes tipos de cáncer.
Un equipo investigador de la Universidad de Texas ha descubierto una inesperada asociación entre dos enzimas previamente vinculados con el cáncer. Jung-Whan Kim (foto), director del estudio, indica que es la primera vez que se demuestra una interacción física entre NQO1 y HIF-1a en el contexto de esta enfermedad. El investigador afirma que en condiciones normales NQO1 protege al organismo de los radicales libres y de las toxinas ambientales con potencial carcinogénico, mientras que HIF-1a facilita la supervivencia celular en situaciones de hipoxia. Cuando los niveles normales de oxígenos son restaurados, HIF-1a es degradado. Sin embargo, en muchos tipos de tumores ambos enzimas persisten a niveles muy elevados, asociándose la elevación de NQO1 a mala prognosis en los cánceres de mama, colon, cuello de útero, pulmón y páncreas, sin que hasta ahora se supiera la causa.
El estudio demuestra que NQO1 y HIF-1a forman un complejo en el que NQO1 estabiliza y protege de la degradación a HIF-1a. Dado que el microambiente tumoral tiende a ser hipóxico, la estabilización promueve la supervivencia de las células malignas. Las observaciones obtenidas en el laboratorio fueron confirmadas en células de cáncer colorectal aisladas de pacientes, en las cuales fue hallada una significativa correlación entre los niveles de ambos enzimas.
Los científicos se encuentran ahora examinando posibles estrategias farmacológicas para inhibir esta interacción.
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