Identifican un mecanismo molecular que protege a los pacientes del rechazo del trasplante de médula

EL MÉDICO INTERACTIVO
ESPAÑA
Identifican un mecanismo molecular que protege a los pacientes del rechazo del trasplante de médula

Redacción

Las células T reguladoras podrían tener un papel en el control de la enfermedad de rechazo del órgano trasplantado al huésped que lo aloja en el caso del trasplante de médula ósea


Madrid (9-10-09).- Investigadores del Instituto del Cáncer Dana-Farber y el Hospital de Brigham y las Mujeres de Boston (Estados Unidos) han identificado un nuevo mecanismo que protege a los pacientes del rechazo del órgano trasplantado hacia el huésped, que puede presentarse tras un trasplante de médula ósea. Esta incompatibilidad con la médula recibida se produce cuando las células inmunes del donante atacan al organismo del receptor, provocando graves daños orgánicos. El trabajo se publica en la revista Science Translational Medicine.

Los investigadores informan sobre los resultados obtenidos en ensayos clínicos previos en pacientes humanos en los que los investigadores utilizaron un método especial para tratar las células de médula ósea del donante antes de introducirlas en el receptor para reducir la posibilidad de rechazo.

Ciertos tipos de células T el rechazo del órgano transplantado, mientras otras protegen contra la infección y el cáncer. Los métodos actuales de prevención de esta reacción adversa suponen intentar eliminar o destruir las células T nocivas de la médula del donante pero también se eliminarían las células T protectoras, un método potencialmente peligroso que a menudo produce complicaciones.

El método utilizado por los investigadores en el estudio previo es diferente ya que antes de que las células T del donante fueran trasplantadas los investigadores manipularon las células para evitar que aquellas que pueden producir el rechazo se multiplicaran.

Los pacientes que recibían la inyección con las células T del donante, tratadas, tenían menos enfermedad injerto contra huésped grave y una recuperación inmune más rápida que los pacientes que recibieron las células T del donante normales.

Los científicos han descubierto ahora que meses después del trasplante se producía un aumento importante en la cantidad de una clase concreta de células inmunes llamadas células T reguladoras en los pacientes que recibían la médula ósea tratada.

Después de aislar estas células, los investigadores descubrieron que las células T reguladoras podían suprimir específicamente las células T que causaban la enfermedad de injerto contra huésped. Sus descubrimientos sugieren que las células T reguladoras podrían en realidad tener un papel en el control de la enfermedad de rechazo después de un trasplante de médula ósea de este tipo.

Según sus autores, la técnica que utilizaron para tratar la médula ósea del donante podría adaptarse para producir células T reguladoras para el tratamiento de otros trastornos como las enfermedades autoinmunes.