miércoles, 9 de mayo de 2012

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Sobredosis con medicinas recetadas para el dolor en los EE. UU.

Las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor, una familia de fármacos que incluye hidrocodona, metadona, oxicodona y oximorfona, constituyen una epidemia de salud pública. Estos medicamentos son objeto de amplio abuso y de un uso incorrecto. En el 2010, una de cada 20 personas de 12 años de edad o más en los Estados Unidos utilizó medicinas recetadas para el dolor sin fines médicos (sin que se las hubieran recetado o solo por la sensación de euforia que causan). Un reciente análisis de los CDC aborda esta creciente epidemia y sugiere medidas de prevención.

Una epidemia de salud pública

Frascos de medicamentos recetados El problema de las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor ha alcanzado niveles epidémicos.
Datos relevantes:
  • En el 2008, alrededor de 15,000 personas fallecieron por sobredosis atribuidas a medicinas recetadas para el dolor en los EE. UU. Esto es más del triple de las 4,000 personas que murieron por la misma causa en 1999.
  • En el 2010, alrededor de 12 millones de estadounidenses (de 12 años de edad en adelante) reportaron que habían utilizado medicinas recetadas para el dolor el pasado año.
  • Cerca de medio millón de visitas a las salas de emergencias hospitalarias en el 2009 se debieron a casos de abuso o uso incorrecto de medicinas recetadas para el dolor.
  • El uso de medicinas recetadas para el dolor representa para las empresas de seguro médico un costo anual de $72,500 millones en gastos de atención médica directa.

Grupos con mayor riesgo

Ciertos grupos de personas son más propensos a abusar de las medicinas recetadas para el dolor o a sufrir sobredosis:
  • Mueren más hombres que mujeres por sobredosis con medicinas recetadas para el dolor.
  • Los adultos de edad mediana representan el grupo con la tasa más alta de sobredosis con medicinas recetadas para el dolor.
  • Los habitantes de condados rurales tienen el doble de probabilidad de incurrir en una sobredosis con medicinas recetadas para el dolor que los de las grandes ciudades.
  • Los estadounidenses de raza blanca, indoamericana o nativos de Alaska son más propensos a una sobredosis con medicinas recetadas para el dolor.
  • Cerca de 1 de cada 10 estadounidenses indoamericanos o nativos de Alaska de 12 años o más utilizaron medicinas recetadas para el dolor sin fines médicos en el pasado año, en comparación con 1 de cada 20 de raza blanca y 1 de cada 30 de raza negra.

Medidas de seguridad 

El gobierno federal está:

  • Dando seguimiento a las tendencias en la sobredosis con medicinas recetadas para el dolor para comprender mejor la epidemia.
  • Trabajando con organizaciones interesadas para educar a los proveedores de atención médica y al público sobre los peligros del abuso de las medicinas recetadas para el dolor y de las sobredosis. 
  • Evaluando y promoviendo programas y políticas que hayan demostrado que ayudan a prevenir sobredosis con medicinas recetadas para el dolor y que a la vez garanticen que los pacientes tengan acceso a tratamientos para el dolor eficaces y seguros.





Existen medidas que todos podemos tomar para ayudar a prevenir las sobredosis con medicinas recetadas para el dolor, manteniendo a la vez el acceso de los pacientes a tratamientos eficaces y seguros.

Las personas pueden

  • Tomar las medicinas recetadas para el dolor solo de la manera en que se lo indique su médico.
  • Asegurarse de que nadie más utiliza sus medicinas recetadas para el dolor. No vender ni compartir con nadie estas medicinas para ayudar a evitar el uso incorrecto o el abuso.
  • Guardar las medicinas recetadas para el dolor en un lugar seguro y desecharlas en forma adecuada.*
  • Si es necesario, pedir ayuda para tratar problemas de abuso de estupefacientes (1-800-662-HELP).
Las compañías de seguro médico pueden: 
  • Establecer programas para revisar la prescripción de medicinas para el dolor y abordar los casos en que haya una prescripción o uso inadecuado de las mismas. 
  • Aumentar la cobertura de otros tratamientos para reducir el dolor, como la fisioterapia,  y de tratamientos de rehabilitación contra el abuso de estupefacientes.
Profesional de la salud hablando de un medicamento recetado con su paciente. Los proveedores de atención médica pueden:
  • Seguir las directrices para prescribir de manera responsable las medicinas recetadas para el dolor, como:
    • Detectar y monitorizar problemas de salud mental y abuso de estupefacientes.
    • Prescribir medicinas para el dolor solo cuando otros tratamientos no hayan resultado eficaces.
    • Prescribir solo la cantidad necesaria de medicinas para el dolor en función de la duración prevista del dolor.
    • Establecer acuerdos entre médico y paciente en combinación con análisis de orina en personas que utilicen medicinas recetadas para el dolor de manera prolongada.
    • Hablar con los pacientes sobre el uso, almacenaje y desecho seguro de las medicinas recetadas para el dolor.*
  • Usar los programas de monitorización de medicamentos recetados para identificar a los pacientes que estén usando medicinas recetadas para el dolor de manera incorrecta.
* La información sobre el almacenamiento y desecho adecuado de los medicamentos se puede encontrar en http://www.cdc.gov/HomeandRecreationalSafety/Poisoning/preventiontips.htm.(en inglés).

 

Más información (en inglés y español)

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