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Un poco de vino podría ayudar a que los riñones se mantengan sanos
Menos de una copa al día también podría ayudar al corazón de los que ya sufren de enfermedad renal, hallaron unos investigadores
Traducido del inglés: miércoles, 23 de abril, 2014MIÉRCOLES, 23 de abril de 2014 (HealthDay News) -- Una copa ocasional de vino podría ayudar a mantener a sus riñones sanos, sugiere una investigación reciente.
Y entre los que ya sufren de enfermedad renal, lo que los pone en un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, beber vino con moderación podría ayudar al corazón, añadieron los investigadores.
"Las personas [con riñones sanos] que bebían menos de una copa de vino al día tenían un riesgo de sufrir de enfermedad renal crónica un 37 por ciento más bajo que los que no bebían vino", señaló el autor del estudio, el Dr. Tapan Mehta, experto en riñones del Centro Médico Anschutz de la Universidad de Colorado, en Aurora.
"Los que tenían enfermedad renal crónica que bebían menos de una copa al día tenían un riesgo un 29 por ciento más bajo de eventos cardiovasculares [que los que no bebían vino]", añadió.
Mehta presentará los hallazgos el miércoles en una reunión de la National Kidney Foundation, en Las Vegas. Los estudios presentados en reuniones médicas por lo general se consideran como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Mehta y sus colaboradores observaron datos de 2003 a 2006 del Examen nacional de salud y nutrición, que incluyó a casi 6,000 personas. De éstas, unas mil sufrían de enfermedad renal crónica.
Tener una enfermedad renal crónica aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. Unos 26 millones de estadounidenses padecen de enfermedad renal crónica, con frecuencia provocada por la diabetes y la hipertensión, según la National Kidney Foundation. Las investigaciones anteriores han hallado que beber con moderación se vincula con beneficios cardiacos.
Ese es el motivo de que Mehta decidiera estudiar ambas cuestiones: si beber con moderación podría ayudar a los que tienen enfermedad renal crónica a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares, y si puede ayudar a los que tienen riñones sanos a mantenerlos en esa condición.
Mehta señaló que no se sabe con certeza exactamente por qué el vino podría lograrlo. Beber cantidades moderadas se vincula con unos niveles más bajos de proteína en la orina. Entre los que sufren de enfermedad renal, unos niveles más altos de proteína en la orina se han vinculado con un mayor riesgo de progresión de la enfermedad renal.
Los polifenoles que se hallan en el vino tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que podría ayudar a explicar los efectos protectores para el corazón, planteó.
Mehta no pudo decir a partir del estudio si el vino tinto es mejor que el blanco, ya que los que respondieron no dijeron qué tipo de vino bebían, solo si bebían vino, y qué cantidad.
Pero sospecha que el tinto probablemente sea mejor, ya que anteriormente se ha vinculado con ser protector para el corazón.
El estudio sugiere que el vino protege de la enfermedad renal, y para los que tienen enfermedad renal, de la enfermedad cardiaca, "pero no podemos llegar a ninguna conclusión firme sobre la causa y el efecto", apuntó Mehta. Aunque el estudio halló una asociación, no se diseñó para probar causalidad.
Los nuevos hallazgos son coherentes con las investigaciones anteriores, aseguró el Dr. Gary Curhan, profesor de medicina de la Facultad de Salud Pública y la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
El equipo de Curhan halló que podría haber una asociación inversa entre el consumo moderado de alcohol y los problemas renales. Aunque el estudio es de sección cruzada, ya que observa una instantánea en el tiempo, la investigación de Curhan observó como beber afectaba a la función renal con el tiempo.
Tanto Mehta como Curhan enfatizaron que el consumo moderado de alcohol es la clave. Mehta dijo que en su estudio no hubo suficientes personas que bebieran regularmente dos copas de vino al día para determinar los efectos de beber más vino.
Curhan anotó que la investigación no es motivo para que las personas que no beben comiencen a hacerlo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Gary Curhan, M.D., Sc.D., professor, medicine, Harvard Medical School and Harvard School of Public Health, Boston; Tapan Mehta, M.D., renal fellow, University of Colorado Denver, Anschutz Medical Center, Aurora; April 23, 2014, National Kidney Foundation meeting, Las Vegas
HealthDay
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