El 92% de los españoles mayores de 50 años está preocupado por perder su autonomía y necesitar cuidados
El médico puede asesorar a las personas mayores qué hacer para lograr envejecer de forma activa.
Madrid (04/07/2014) - Redacción
• Así lo revela una encuesta poblacional sobre la importancia del envejecimiento activo y hábitos de vida saludables de los españoles entre 50 y 80 años, desarrollada por Nielsen y Sanofi Pasteur MSD
• El 90 por ciento de las personas mayores considera la vacunación una medida de interés para reducir el consumo de fármacos y además el mejor vehículo para proteger a los mayores frente a enfermedades infecciosas
En la actualidad 17 millones de españoles superan los 50 años, estimándose en 82 años la esperanza de vida. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman la tendencia invertida de la pirámide poblacional. Se prevé que en 2050 el 70 por ciento de la población española sea mayor de 65 años, lo que situaría a España como el tercer país más envejecido del mundo. Si se analizan las principales preocupaciones entre los españoles mayores de 50 años, registradas a través de la encuesta poblacional desarrollada por Nielsen y Sanofi Pasteur MSD, se desprende su deseo de tener buena salud, estar activos mentalmente y conservar su autonomía.
Al 92 por ciento de los españoles lo que más les preocupa es perder su autonomía y necesitar cuidados constantes. Padecer enfermedades crónicas o enfermedades dolorosas son dos de las principales preocupaciones manifestadas por este colectivo, en un 85 y 87 por ciento, respectivamente.
En España una de cada tres personas mayores de 55 años presenta algún tipo de discapacidad. En el ámbito de Atención Primaria el 40 por ciento de los pacientes pluripatológicos presenta tres o más enfermedades crónicas, y el 94 por ciento de ellos está polimedicado.
En el contexto de una España cada vez más envejecida la prevención de cualquier enfermedad -grave, dolorosa o crónica- y la reducción del consumo de fármacos a través de hábitos saludables (97 por ciento) y la vacunación (90 por ciento) son consideradas medidas muy interesantes. Asimismo, la vacunación es el mejor vehículo para proteger a los mayores frente a enfermedades infecciosas.
En este sentido, Eduardo Rodríguez Rovira, presidente de la Fundación Edad & Vida, comenta que "nuestros mayores son personas activas, que realizan una media de siete actividades diarias y que consideran prioritario cuidar de su salud para disfrutar de un envejecimiento saludable". En estos momentos "el reto no radica en que las personas vivan más años, sino que vivan con mayor calidad de vida, de forma que las enfermedades debilitantes y dolorosas propias del envejecimiento puedan ser evitadas mediante la prevención".
Velar por la prevención
A medida que se envejece se incrementa la probabilidad de contraer enfermedades infecciosas por la debilitación progresiva del sistema inmune. Por ello, "velar por la prevención en el adulto resulta prioritario, y es hoy una asignatura pendiente", señala Marta Reyes, directora de comunicación de Sanofi Pasteur MSD. "Si se aumentan las coberturas se reducirían muchos de los riesgos infecciosos que se pueden prevenir mediante la vacunación y que se multiplican con el paso de los años", añade Reyes.
Por tanto, "debemos trabajar conjuntamente para lograr altas coberturas que garanticen la protección de la salud, y que permitan un envejecimiento saludable", afirma el doctor Primitivo Ramos Cordero, secretario General de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Adquirir buenos hábitos es la mejor forma de conservar la salud. Ramos Cordero señala las siguientes actuaciones como fundamentales para adquirir buenos hábitos: adecuada alimentación y nutrición; realizar ejercicio y actividades físicas; bienestar emocionar y estimulación de las funciones cognitivas; eliminación de hábitos tóxicos; uso adecuado de medicamentos y control de la salud; seguridad vial y prevención de caídas; y protección frente a enfermedades inmunoprevenibles y vacunas.
A partir de los 50 años, el estado de su salud de uno mismo y de su entorno se convierte en una de las principales preocupaciones. Para el 53 por ciento de la población de entre 50 y 80 años su estado de salud es su principal preocupación, mientras que al 67 por ciento el aspecto que más le preocupa es la salud de los suyos. En este sentido, las mujeres muestran mayor preocupación por sus familiares que los hombres, 28 por ciento frente a 16 por ciento, respectivamente.
La preocupación por la salud pone de manifiesto que casi dos de cada diez españoles mayores de 50 años acude al médico de Atención Primaria al menos una vez a la semana.
Actualmente, un elevado porcentaje de mayores de 50 años tiene personas a su cargo. El 78 por ciento tiene hijos a su cargo, el 39 por ciento cuida de sus nietos y el 88 por ciento de sus padres o suegros ya que requieren de ayuda adicional por presentar situaciones de dependencia.
Retos de la prevención en enfermedades de adultos
El envejecimiento de la población presenta a los gobiernos un reto sin precedentes. El doctor Ramos Cordero, señala que "se han de desarrollar nuevas estrategias para mantener la sostenibilidad fiscal, asistencial y sanitaria". "Los profesionales sanitarios, además de prestar nuestro apoyo, tenemos el deber de trabajar de forma intensa desde la prevención", añade.
Mantener la calidad de vida de la población, reducir la cronicidad y la dependencia resulta fundamental. En este sentido, las vacunas son una herramienta de salud pública coste-efectiva capaz de generar ahorros al SNS: por cada euro invertido se ahorran entre cuatro y cinco euros en gastos directos.
El grupo de Vacunas de la SEGG recomienda la vacunación sistemática de todos los adultos mayores de 60 años con la vacuna antigripal, antineumocócica y antidiftérica, antitetánica y anti tos ferina (vacuna dTpa). También recomienda la vacunación selectiva de las personas de más de 60 años con las vacunas que estén indicadas en situaciones especiales (enfermedades de base, viajes internacionales, etc.).
Como novedades en lo que respecta a la vacunación del adulto cabe señalar la prevención frente al herpes zóster (HZ) por el carácter debilitante e incapacitante del mismo y por su elevada incidencia.
Se estima que una de cada cuatro personas podría sufrir HZ a lo largo de su vida, siendo la edad el principal factor de riesgo para desarrollarlo: su incidencia es elevada a partir de los 50 años.
Una de las complicaciones más severas y frecuentes del HZ es la Neuralgia Post-Herpética (NPH) que consiste en un dolor neurálgico persistente en el área de la erupción cutánea, incluso cuando ésta ha desaparecido, debido al daño de un nervio causado por el virus cuando avanza hacia la piel. Teniendo en cuenta que los tratamientos actuales no son totalmente satisfactorios, especialmente en el caso de la NPH, la prevención de esta enfermedad infecciosa representa un nuevo paradigma para futuros pacientes y para el colectivo médico.
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