MEMORIA ESPACIAL DE LOS MAMÍFEROS
Señalan la existencia de una brújula 3-D en el cerebro
Científicos del Weizmann Institute, Israel, habrían demostrado la existencia de una brújula 3D en el cerebro de los mamíferos.
Redacción | 03/12/2014 19:00
Los pilotos están entrenados para evitar el vértigo: una pérdida repentina del sentido de la orientación vertical hace que sean incapaces de distinguir entre arriba y abajo e incluso a veces esto podría conducirles a accidentes. Subir al metro puede producir confusión similar: por momentos, el camino seguro puede cambiar cuando se recupera el sentido de la orientación. En ambos casos, se cree que la desorientación es causada por un mal funcionamiento temporal de un circuito del cerebro que funciona como una brújula tridimensional (3D).
Científicos del Weizmann Institute, Israel, habrían demostrado la existencia de una brújula 3D en el cerebro de los mamíferos.
La navegación se basa en la memoria espacial: la experiencia pasada de diferentes lugares. Esta memoria se forma principalmente en una estructura cerebral profunda llamada hipocampo. En los mamíferos, hay tres tipos de células cerebrales, localizadas en diferentes áreas del hipocampo que forman los componentes clave del sistema de navegación: células "grid", que funcionan como un GPS, lo que permite a los animales realizar un seguimiento de su posición "lugar" y; células de orientación de la cabeza, que responde siempre que los animales se dirigen en una dirección específica, actuando como una brújula.
Muchas investigaciones se han llevado a cabo sobre las células lugar y red, cuyos descubrimientos fueron galardonados con el Premio Nobel 2014 de Fisiología o Medicina, pero hasta hace poco tiempo, las células de dirección de la cabeza se han estudiado sólo en configuraciones de dos dimensiones, en ratas, y muy poco se sabe acerca de la codificación de dirección de la cabeza 3D en el cerebro.
Para estudiar el funcionamiento de las células de la cabeza en tres dimensiones, los científicos desarrollaron un aparato de rastreo que les permitió un vídeo-seguimiento de todos los tres planos de rotación de la cabeza en la terminología de vuelo, guiñada, cabeceo y balanceo, para así observar los movimientos con libertad. Al mismo tiempo, la actividad neuronal de los murciélagos se controló a través de microelectrodos implantados. Las grabaciones realizadas con la ayuda de estos microelectrodos revelaron que en una subregión específica del hipocampo, las neuronas están sintonizadas a un ángulo particular 3D de la cabeza: Ciertas neuronas se activan sólo cuando la cabeza de los animales se encontraban en ese ángulo 3D.
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por Redacción
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