Enrique Mezquita. Valencia | 11/04/2016 13:29
En la Reunión Anual de la Sección Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), celebrada en Valencia, se ha abordado la reciente comercialización y aprobación del tratamiento reductor del colesterol LDL con anticuerpos monoclonales, con los nuevos inhibidores de la proteína PCSK9. Se trata, según Vivencio Barrios, presidente la Sección de Cardiología Clínica de la SEC y cardiólogo del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, de un tratamiento hipolipemiante "revolucionario", especialmente para pacientes con alto riesgo cardiovascular.
La proteína PCSK9 se une a los receptores de LDL incrementando su degradación y reduciendo las partículas LDL. Los nuevos fármacos anulan la acción de dicha proteína, facilitando el trabajo de los receptores de LDL y, por tanto, disminuyendo el nivel LDL y llegando a valores inferiores a 25 mg/dL.
Según Barrios, este tratamiento está dirigido a "pacientes con hipercolesterolemia familiar o de alto riesgo cardiovascular que presentan un c-LDL por encima de los objetivos a pesar del tratamiento con dosis máxima de las estatinas más potentes o aquellos que no las toleran".
Los resultados clínicos han mostrado reducciones muy importantes (>60 por ciento) de colesterol LDL y, además, aunque los estudios definitivos de morbimortalidad están aún sin concluir, "los datos disponibles parecen demostrar que el efecto hipolipemiante se acompaña de una reducción de eventos cardiovasculares. Esperamos que los estudios en marcha puedan confirmar las grandes expectativas que hay puestas en esta nueva medicación".
Insuficiencia cardiaca
Otro tema destacado ha sido la inminente incorporación de fármacos para la insuficiencia cardiaca, como el LCZ696. Según los estudios, este medicamento ha demostrado ser más efectivo que el IECA enalapril, ya que reduce el riesgo de rehospitalización en un 21 por ciento; la mortalidad cardiovascular en un 20 por ciento; y la mortalidad por cualquier causa en un 16 por ciento.
Para Barrios, es un gran avance terapéutico, "ya que por primera vez un fármaco ha demostradosuperioridad frente a un tratamiento que reduce la morbimortalidad y no frente a placebo".
Se espera que esté disponible próximamente "y habrá que definir a qué pacientes favorecerá más y, por tanto, deberán modificar su tratamiento". En su opinión, los candidatos ideales "seríanaquellos que presenten más descompensaciones o los que se encuentran en una situación clínica más avanzada de la enfermedad".
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