lunes, 18 de julio de 2016

Conocer la sumisión química, un paso más para su detección precoz - DiarioMedico.com

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UNA GUÍA DE BOLSILLO PAUTA EL PROTOCOLO EN EL CLÍNICO DE MADRID

Conocer la sumisión química, un paso más para su detección precoz

El Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha editado una guía de bolsillo para mejorar el diagnóstico de la sumisión química en Urgencias. Sensibilizar a la población, a los sanitarios y al cuerpo judicial son piezas claves en el abordaje de este problema.
Isabel Gallardo Ponce. Madrid | igallardo@diariomedico.com   |  18/07/2016 00:00
 
 

Andrés Santiago, Celia Gil, María Teresa Martín y Césareo Fernández
Ándres Santiago, jefe del Servicio de Medicina Legal; Celia Gil, del Servicio de Pediatría; María Teresa Martín Acero, presidenta de la Comición Contra la Violencia y Césareo Fernández, del Servicio de Urgencias del Hospital Clínico de Madrid con la 'Guía de Detección Clínica de la Sumisión Química". (DM)
La sumisión química es la utilización de agentes químicos para manipular la voluntad de las personas o modificar su comportamiento con fines delictivos. Según datos del Instituto Nacional de Toxicología, han aumentado estas agresiones para perpetrar delitos: robos, homicidios, violaciones y sedación e incapacitación de mayores.
Puesto que se trata de un problema de salud pública y de un concepto poco conocido entre los sanitarios, la Comisión contra la Violencia del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, ha editado la Guía de Detección Clínica de la Sumisión Clínica, para protocolizar la asistencia, elevar la sensibilización social y profesional, y lanzar una campaña de concienciación al cuerpo judicial para que se inicien las diligencias debidas. "Es una guía de bolsillo práctica para que el profesional lo lleve consigo", ha explicado a DM Andrés Santiago, jefe del Servicio de Medicina Legal. Según Santiago, en el Clínico se están detectando entre 3 y 4 sumisiones químicas al mes. "Esto es sólo la punta del iceberg".
"La sumisión química la detectan en su mayor parte los profesionales de los servicios de Urgencias, donde la rápida intervención y la toma de muestras biológicas permiten obtener el diagnóstico de certeza y el correcto abordaje. La guía aporta pautas de intervención normalizadas y procedimientos de actuación médico-legales", ha dicho María Teresa Martín Acero, presidenta de la comisión.
Según Cesáreo Fernández, del Servicio de Urgencias y gestor de Casos de Sumisión Química, hay que hacer hincapié en la sospecha tanto de sumisión química asociado a consumo involuntario como de vulnerabilidad química derivada de un consumo voluntario o de cuadros mixtos.
  • El abordaje precoz de la sumisión química requiere conocer los indicadores de sospecha, y elevar la sensibilización de la población y de los profesionales
Aunque en principio la víctima potencial es un adulto joven, tanto hombre como mujer, también se produce en niños y mayores. "Hay que estar abierto a cualquier situación que pueda generar sospecha, y más si se ha producido un robo o una agresión sexual. Puede ser más probable en ambientes de ocio nocturno, aunque también se han registrado casos de robos en cajeros, o en mayores asaltados en la calle", ha dicho Fernández.
Así, ante un paciente que acude a urgencias y que en el triaje de enfermería explica que no sabe qué le ha pasado, o si refiere que ha aparecido en otro lugar, que le han robado, si presenta la ropa descolocada o rota o si hay síntomas de confusión se debe seguir el protocolo ante sospecha de sumisión. El médico iniciará el procedimiento, pondrá en marcha la recogida de muestras y la firma de consentimientos. "Hay que formar a los profesionales en los indicadores de sospecha (ver apoyo)", ha insistido Santiago.
Por eso en Pediatría el año que viene incluirán la sumisión en las sesiones de formación. SegúnCelia Gil, del Servicio de Pediatría, en el caso de adolescentes que ingresan en estado etílico, "a ellos no se les ocurre que les hayan podido poner algo en la bebida porque han estado bebiendo. Si no hay sospecha no hay diagnóstico, y si al recuperar la consciencia algo no encaja puede ser el aviso de que ha habido un caso de sumisión".
Cadena de custodia
En el Clínico se recogen muestras de orina y de sangre -las muestras de cabello son recogidas por forenses- y, hasta ahora, más del 90 por ciento de las obtenidas han sido positivas. "La experiencia nos ha demostrado que, cuando un facultativo sospecha, el test da positivo. El sistema sanitario es capaz de detectar esa punta del iceberg y abordar el problema". Las muestras permanecen en custodia en el Clínico; sin embargo, muchas no llegan al Instituto Toxicológico o a la Policía Científica porque no se tramita la denuncia.
Santiago, Gil y Fernández achacan esta falta de denuncia a un sentimiento de culpabilidad por lo ocurrido, haber consumido alcohol o drogas de abuso de forma voluntaria, entre otros motivos. No obstante, "que una persona consuma no implica que no se haya cometido un delito. Es esencial integrar el sistema sanitario en el judicial ", ha dicho Santiago.
Fernández ha añadido que estas agresiones a veces "se producen en situaciones que el paciente no quiere contar porque se siente culpable. Es un problema conocido en el ámbito social pero poco comunicado en el sanitario. Es raro que la víctima se acerque al hospital y si lo hace es porque se encuentra mal o porque se ha producido una agresión sexual, o un robo".
Santiago y Fernández han hecho hincapié en la necesidad de concienciar a la población para que acudan a los centros sanitarios puesto que la ventana de detección de estas sustancias -se han descrito más de 30 implicadas en casos de sumisión- en el organismo es muy corta. Fernández ha añadido que es necesario exportar este tipo de protocolos a cualquier centro con capacidad para detectarlo. Para dar ejemplo, el Clínico ya está formando a diferentes colectivos, como alumnos de Ciencias de la Salud, y sensibilizando a la población.

Síntomas asociados a la sospecha

  • Amnesia completa.
  • Amnesia parcial.
  • Parálisis sin pérdida de conocimiento.
  • Disartria y alteraciones en el habla.
  • Alteraciones visuales.
  • Somnolencia.
  • Confusión.
  • Resaca desproporcionada o síntomas no consistentes con el consumo recordado.
  • Desinhibición.
  • Agitación o alucinaciones.
  • Alteración del juicio.
  • Mareo o vértigo.
  • Alteraciones de la motricidad o del equilibrio.
  • Náuseas o vómitos.
  • Comportamiento inusual.

El Clínico de Barcelona también aplica un protocolo

"El 50 por ciento de los análisis dan positivo en alcohol", ha explicado a DM Santiago Nogué, responsable de la Unidad de Toxicología del Hospital Clínico de Barcelona. En el centro también cuentan con un protocolo para abordar los casos de sumisión química desde la Unidad de Atención de Agresiones Sexuales. El protocolo se activa en los casos en los que se ha producido un "robo, una violación o si el paciente refiere un periodo de amnesia o de desorientación". Un equipo multidisciplinar es el encargado de dar asistencia al paciente, en función de sus necesidades, y siempre con la presencia de un psiquiatra. Además, se realiza un análisis toxicológico para que la víctima decida, si se demuestra que se ha producido una sumisión química, si quiere poner la denuncia.
El Laboratorio de Toxicología es el encargado de realizar el análisis en orina con técnicas manuales no automatizadas y adaptadas a la búsqueda de estas sustancias. "En las técnicas rutinarias son imposibles de detectar. Los resultados pueden tardar de una semana a quince días". Nogué ha explicado que en el centro se realizan los análisis de sangre y de orina.
Ha añadido que hay mucho mito respecto al uso de burundanga (escopolamina), ya que de los 500 análisis realizados ninguno ha dado positivo para esa sustancia. En el 20 por ciento de los análisis se encuentra cocaína, cannabis, derivados anfetamínicos y, muy excepcionalemnte, ketamina y GHD.

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