Eficacia y seguridad de la ozonoterapia en dolor crónico

Pese a la evidencia, su uso sigue provocando escepticismo. Aplicar los protocolos existentes es el mensaje de José Baeza, presidente de la WFOT.

Pilar Laguna. Murcia | dmredaccion@diariomedico.com | 18/07/2016 00:00

José Baeza, presidente de la WFOT. (Pilar Laguna)

La ozonoterapia ha demostrado eficacia y seguridad en el tratamiento del dolor crónico, especialmente en determinadas hernias discales, pero a pesar de los numerosos trabajos científicos que la respaldan todavía provoca cierto escepticismo. Seleccionar bien los casos en que se aplican las diversas modalidades de tratamiento con ozono, aplicando los protocolos existentes, es una de las pautas que alienta José Baeza, presidente de la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT, en sus siglas en inglés).

Este cirujano ortopédico del Hospital Virgen del Consuelo (Valencia) "se convirtió" tras años de escepticismo, y espera que otros muchos facultativos "cambien de chip y vean la luz" para admitir las bondades demostradas por la ozonoterapia: disminuye la inflamación del tejido;equilibra el estrés oxidativo de la inflamación crónica, estimulando la síntesis de enzimas antioxidantes; degrada los mucopolisacáridos del núcleo pulposo y la hernia discal, y acelera la reparación tisular inhibiendo su degeneración. Son conclusiones presentadas durante el I Congreso Internacional sobre Calidad de Vida y Longevidad, celebrado en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).

"Hasta ahora se ha visto que la ozonoterapia es eficaz y segura para tratar la lumborradiculalgia por hernia discal lumbar, así como el dolor en gonartrosis, mientras que en raquis lumbar y cervical, y en otras causas de dolor, como fibromialgia y neuralgias, hay ciertas evidencias de utilidad terapéutica", ha matizado.

Otras indicaciones
Sin embargo, el ozono no es remedio para toda patología dolorosa. "En dolor lumborradicular, donde la ozonoterapia tiene un grado menor de recomendación, el ozono no se indica si no se trata de dolor articular (podría ser de origen oncológico, referido, etc.) y tampoco en lumbalgias inespecíficas. Pero el ozono sí sería indicación en lumbociática de origen discal (sin hernias calcificadas, ni urgencia neurológica y con peor resultado en hernias foraminales), y en lumbalgia por espondilolistesis grado I, que no se resuelva por métodos no agresivos, y como alternativa a esteroides y radiofrecuencia.

Ya en 2010 se publicó un metanálisis que concluyó que a largo plazo la ozonoterapia es superior a las inyecciones de esteroides, la radiofrecuencia y la cirugía abierta. Es un estudio pendiente de revisión Cochrane, pero cuyos buenos resultados hacen clamar al experto contra los riesgos de someter a pacientes a cirugías abiertas antes de probar una terapia científicamente contrastada y con efectos secundarios en porcentaje de 1 de cada 700.000 casos. "Cuanto menos, es una falta de ética", arguye, subrayando la necesidad de atenerse a las indicaciones precisadas en los protocolos internacionales para aplicar este procedimiento menos invasivo y menos costoso que la cirugía.

Desde 2011 los estándares de calidad establecidos para las unidades de tratamiento del dolor en España recomendaban el ozono para dolor musculoesquelético, neuropático, mixto y somatomorfo, mientras que no se ha demostrado eficacia en dolor crónico visceral ni de origen vascular.