Alerta por la sobremedicación de los niños autistas en EE UU
Dos tercios de ellos, ingiere al menos un fármaco, a pesar de que no existe ninguno dirigido específicamente a tratar este trastorno
Carolina García Washington 22 OCT 2013 - 19:11 CET2
A pesar de la limitada evidencia del éxito del uso de fármacos para tratar el autismo, un equipo de investigadores asegura que a dos tercios de los niños diagnosticados -un 64%- con este trastorno en Estados Unidos se les está suministrando al menos un psicotrópico, un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central y que tiene como efectos secundarios alteraciones en la percepción, en el comportamiento y en el estado de ánimo y de consciencia. El estudio, publicado ayer lunes en The Journal of Pediatrics, concluyó también que el 35% de ellos toma simultáneamente dos psicotrópicos y que el 15% ingiere al menos tres. Los resultados surgieron tras el análisis de 33.565 casos registrados entre los años 2001 y 2009.
“El problema va en aumento y se ha visto agravado por la carencia patente de opciones de tratamiento conductual -terapia activa que afecta directamente al comportamiento del individuo- en una gran proporción de regiones del país”, según explican los investigadores en el texto. Los autistas que viven en las regiones del noreste y oeste de EE UU son los que están menos medicados, mientras que en los Estados sureños, los médicos tienden a prescribir uno o más fármacos a estos menores, continúa el informe.
Aquellos autistas con más edad, los mayores de 11 años, son los más medicados, aunque la prevalencia de medicamentos en menores sigue siendo significativa: del 33% entre los niños de dos a 10 años y del 10% en aquellos con un año o menos. Además, la proporción de menores medicados es muy alta entre los que padecían otras alteraciones severas como mareos; trastorno de déficit de atención e hiperactividad; ansiedad; trastorno bipolar, o depresión.
“Existe poca evidencia de la eficacia y la idoneidad de tratar el autismo con psicotrópicos y estos fármacos se están usando por norma, tanto por separado como combinados cuando existen condiciones psicológicas que coexisten con el trastorno”, escribió el equipo de investigadores de la Universidad de Drexel (Filadelfia).
“En EE UU no existe un medicamento dirigido de forma específica al tratamiento del autismo”, afirmaron los expertos, aunque la Agencia de Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) ha aprobado recientemente dos fármacos -risperidone y riprazole- para tratar la irritabilidad que, normalmente, acompaña a este trastorno, ambos son antipsicóticos. Los medicamentos que se están recetando son los considerados off-label (no indicados para una enfermedad o para un grupo de edad concreto). “Hacemos un llamamiento a la comunidad médica para que presten mucha atención y sean consecuentes cuando receten un psicotrópico a un niño con autismo”, destacaron los investigaciones en las conclusiones.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, uno de cada 50 niños en EE UU es diagnosticado con autismo o algún trastorno relacionado. Estos trastornos están acompañados por deficiencias en la interacción social y, en la mayoría de los casos, se presentan patrones restringidos, repetitivos y estereotipados del comportamiento. A pesar de que muchos de los niños son diagnosticados a la edad de 8 años, hay un incremento del número de casos entre los menores de tres años.
En un estudio previo, elaborado con 60.000 autistas y organizados por Medicaid -servicio federal de salud para personas con pocos recursos, discapacitados y para mayores de 65 años, -, los resultados mostraron que un 56% de los niños con este trastorno tomaba medicamentos, “lo que se aproxima a lo que hemos encontrado en este estudio”. “Además, sugiere, que a estos menores se les están recetando psicotrópicos, independientemente de a que aseguradora pertenezcan”, concluye el informe.
“El problema va en aumento y se ha visto agravado por la carencia patente de opciones de tratamiento conductual -terapia activa que afecta directamente al comportamiento del individuo- en una gran proporción de regiones del país”, según explican los investigadores en el texto. Los autistas que viven en las regiones del noreste y oeste de EE UU son los que están menos medicados, mientras que en los Estados sureños, los médicos tienden a prescribir uno o más fármacos a estos menores, continúa el informe.
Aquellos autistas con más edad, los mayores de 11 años, son los más medicados, aunque la prevalencia de medicamentos en menores sigue siendo significativa: del 33% entre los niños de dos a 10 años y del 10% en aquellos con un año o menos. Además, la proporción de menores medicados es muy alta entre los que padecían otras alteraciones severas como mareos; trastorno de déficit de atención e hiperactividad; ansiedad; trastorno bipolar, o depresión.
“Existe poca evidencia de la eficacia y la idoneidad de tratar el autismo con psicotrópicos y estos fármacos se están usando por norma, tanto por separado como combinados cuando existen condiciones psicológicas que coexisten con el trastorno”, escribió el equipo de investigadores de la Universidad de Drexel (Filadelfia).
“En EE UU no existe un medicamento dirigido de forma específica al tratamiento del autismo”, afirmaron los expertos, aunque la Agencia de Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) ha aprobado recientemente dos fármacos -risperidone y riprazole- para tratar la irritabilidad que, normalmente, acompaña a este trastorno, ambos son antipsicóticos. Los medicamentos que se están recetando son los considerados off-label (no indicados para una enfermedad o para un grupo de edad concreto). “Hacemos un llamamiento a la comunidad médica para que presten mucha atención y sean consecuentes cuando receten un psicotrópico a un niño con autismo”, destacaron los investigaciones en las conclusiones.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, uno de cada 50 niños en EE UU es diagnosticado con autismo o algún trastorno relacionado. Estos trastornos están acompañados por deficiencias en la interacción social y, en la mayoría de los casos, se presentan patrones restringidos, repetitivos y estereotipados del comportamiento. A pesar de que muchos de los niños son diagnosticados a la edad de 8 años, hay un incremento del número de casos entre los menores de tres años.
En un estudio previo, elaborado con 60.000 autistas y organizados por Medicaid -servicio federal de salud para personas con pocos recursos, discapacitados y para mayores de 65 años, -, los resultados mostraron que un 56% de los niños con este trastorno tomaba medicamentos, “lo que se aproxima a lo que hemos encontrado en este estudio”. “Además, sugiere, que a estos menores se les están recetando psicotrópicos, independientemente de a que aseguradora pertenezcan”, concluye el informe.
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