DIVULGACIÓN | 20 de octubre
Prueba del VIH, ¿para todos por igual?
Es anónima, confidencial y gratuita pero, a pesar de esos atributos, que harían atractivo a cualquier otro producto, la prueba del VIH se hace menos de lo que se debe. Si no fuera así, España no registraría un 30% de seropositivos que no saben que están infectados y la transmisión del VIH sería radicalmente menor.
Hoy se celebra el Día de la Prueba del VIH, instaurado en 2004 en Barcelona por la ONG Hispanosida, pero las cosas han cambiado en los últimos nueve años. Los inmigrantes, por poner sólo un ejemplo, no pueden ya acceder a la prueba ni al tratamiento en el sistema nacional de salud y dependen de las ONG y de médicos amigos para poder entrar en ese porcentaje de seropositivos controlados que podrían lograr aminorar la transmisión del virus.
Por eso son significativas acciones como las que se llevan a cabo con motivo de esta conmemoración, que acercan el test del VIH a la calle y ofrecen la posibilidad de hacerse la prueba a todo aquel que lo requiera. En concreto la acción de este año de la Coordinadora Estatal de VIH-Sida ha realizado una campaña con las 87 entidades que la conforman, con el lema 'PrueVa se escribe con V de vida', dirigida a sensibilizar a la población sobre la importancia del diagnóstico precoz y la normalización de la realización de la prueba del VIH.
Sin embargo, existe cierta polémica sobre la utilidad real de estas campañas masivas asociadas a un día concreto, que difiere además según los países. El director gerente de CESIDA, Toni Poveda, lo aclara a ELMUNDO.es: "El día de la prueba tiene que ser todos los días".
Por esta razón, CESIDA ha lanzado dos vídeos, uno dirigido específicamente a este colectivo y otro destinado a la población general. Al contrario que otros años, la campaña solo ha podido ser financiada gracias al apoyo de una farmacéutica que desarrolla antirretrovirales, Gilead, y no ha recibido soporte económico, aunque sí aval, por parte de las autoridades sanitarias.
Por esta misma razón, Hispanosida ha decidido no hacer nada por el Día Nacional de la Prueba del VIH y ha preferido adherirse a la campaña de concienciación europea que se celebrará en el Viejo Continente del 22 al 29 de noviembre, más centrada en los grupos de riesgo.
Pujol reconoce que su visión puede ser algo polémica, pero no cree que sea ideal empeñarse en transmitir el mensaje de que hay que hacerse la prueba ante cualquier relación sexual que se tenga sin preservativo. "Es poco efectivo y no deja de criminalizar la sexualidad de las personas". Habla desde la experiencia de una ONG que localiza cada semana "al menos cinco positivos" en el colectivo HCH.
Pero para este experto hay otros obstáculos, más allá del "estigma y rechazo social que todavía general el VIH". Por ejemplo, explica que los médicos no suelen hacer la prueba a personas mayores, porque no se les ocurre ese posible diagnóstico en hombres y mujeres de cierta edad. Además, Poveda señala que la gente "aún no es consciente de que existe la prueba rápida del VIH", que permite saber en menos de 20 minutos y sin necesidad de un análisis de sangre –basta un simple pinchazo en el dedo o pasar un bastoncillo de algodón por las mucosas bucales.
Eso sí, el director gerente de CESIDA aclara que esta prueba es muy eficaz para detectar negativos, pero requiere de un test adicional -el ELISA- si el resultado es positivo.
Para este especialista es muy importante concienciar y sensibilizar de la importancia de saber el seroestatus de cada uno "por responsabilidad hacia uno mismo y también hacia el resto de la sociedad". En este sentido, Pujol recuerda que el riesgo de transmisión de una persona infectada con VIH con niveles indetectables del virus -en tratamiento antirretroviral- es mínimo, por lo que toda la población se beneficiaría de una detección precoz. Con campañas o sin ellas, es a esta situación ideal a la que se pretende llegar en todo el mundo.
Hoy se celebra el Día de la Prueba del VIH, instaurado en 2004 en Barcelona por la ONG Hispanosida, pero las cosas han cambiado en los últimos nueve años. Los inmigrantes, por poner sólo un ejemplo, no pueden ya acceder a la prueba ni al tratamiento en el sistema nacional de salud y dependen de las ONG y de médicos amigos para poder entrar en ese porcentaje de seropositivos controlados que podrían lograr aminorar la transmisión del virus.
Por eso son significativas acciones como las que se llevan a cabo con motivo de esta conmemoración, que acercan el test del VIH a la calle y ofrecen la posibilidad de hacerse la prueba a todo aquel que lo requiera. En concreto la acción de este año de la Coordinadora Estatal de VIH-Sida ha realizado una campaña con las 87 entidades que la conforman, con el lema 'PrueVa se escribe con V de vida', dirigida a sensibilizar a la población sobre la importancia del diagnóstico precoz y la normalización de la realización de la prueba del VIH.
Sin embargo, existe cierta polémica sobre la utilidad real de estas campañas masivas asociadas a un día concreto, que difiere además según los países. El director gerente de CESIDA, Toni Poveda, lo aclara a ELMUNDO.es: "El día de la prueba tiene que ser todos los días".
Grupos dirigidos
El director de Hispanosida, Ferrán Pujol, explica a este medio que la campaña debería de dirigirse a los "grupos más afectados" por el VIH. No se trata, insiste, de estigmatizar, pero sí de reconocer las señales de alarma que ofrece la epidemiología. "Por el humo se sabe dónde está el fuego y es ahí donde hay que mandar a los bomberos", comenta. Poveda coincide con esta visión, aunque aclara que la prueba del VIH se la ha de hacer cualquier persona con un comportamiento sexual de riesgo. Sin embargo, reconoce que determinados grupos de población, como los hombres que tienen sexo con hombres (HCH) y los inmigrantes son especialmente vulnerables.Por esta razón, CESIDA ha lanzado dos vídeos, uno dirigido específicamente a este colectivo y otro destinado a la población general. Al contrario que otros años, la campaña solo ha podido ser financiada gracias al apoyo de una farmacéutica que desarrolla antirretrovirales, Gilead, y no ha recibido soporte económico, aunque sí aval, por parte de las autoridades sanitarias.
Por esta misma razón, Hispanosida ha decidido no hacer nada por el Día Nacional de la Prueba del VIH y ha preferido adherirse a la campaña de concienciación europea que se celebrará en el Viejo Continente del 22 al 29 de noviembre, más centrada en los grupos de riesgo.
Pujol reconoce que su visión puede ser algo polémica, pero no cree que sea ideal empeñarse en transmitir el mensaje de que hay que hacerse la prueba ante cualquier relación sexual que se tenga sin preservativo. "Es poco efectivo y no deja de criminalizar la sexualidad de las personas". Habla desde la experiencia de una ONG que localiza cada semana "al menos cinco positivos" en el colectivo HCH.
Sin sanidad universal
Para Pujol, hoy en día existe un problema muy importante que frena los diagnósticos precoces del VIH y es la "falta de sanidad universal" que afecta específicamente a los inmigrantes. Poveda, reconoce que éste es uno de los problemas y que en las entidades que componen su colectivo se encuentran con inmigrantes que rechazan hacerse la prueba porque saben que no lo tendrán nada fácil para obtener después el tratamiento antirretroviral.Pero para este experto hay otros obstáculos, más allá del "estigma y rechazo social que todavía general el VIH". Por ejemplo, explica que los médicos no suelen hacer la prueba a personas mayores, porque no se les ocurre ese posible diagnóstico en hombres y mujeres de cierta edad. Además, Poveda señala que la gente "aún no es consciente de que existe la prueba rápida del VIH", que permite saber en menos de 20 minutos y sin necesidad de un análisis de sangre –basta un simple pinchazo en el dedo o pasar un bastoncillo de algodón por las mucosas bucales.
Eso sí, el director gerente de CESIDA aclara que esta prueba es muy eficaz para detectar negativos, pero requiere de un test adicional -el ELISA- si el resultado es positivo.
Para este especialista es muy importante concienciar y sensibilizar de la importancia de saber el seroestatus de cada uno "por responsabilidad hacia uno mismo y también hacia el resto de la sociedad". En este sentido, Pujol recuerda que el riesgo de transmisión de una persona infectada con VIH con niveles indetectables del virus -en tratamiento antirretroviral- es mínimo, por lo que toda la población se beneficiaría de una detección precoz. Con campañas o sin ellas, es a esta situación ideal a la que se pretende llegar en todo el mundo.
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