Marcadoresy pronóstico en terapias biológicas
El anticuerpo anti-CCP, unido a mala evolución en la AR
La búsqueda y hallazgo de biomarcadores de respuesta, y por tanto de evolución patológica, es fundamental en la artritis reumatoide (AR), enfermedad con un comportamiento distinto de un paciente a otro. El anticuerpo anti-CCP es un factor de mala evolución patológica.
Laura Pérez Torres. Granada | 17/05/2012 00:00
Inmaculada de la Torre y Lara Valor, del Gregorio Marañón. (L.P.T.)
Evaluar la respuesta
En esta línea "todo lo que sea disminuir la inflamación a cero entre los 3 y 6 primeros meses desde el diagnóstico es lo que va a determinar realmente la evolución del paciente a largo plazo, y no sólo a nivel articular sino también en el desarrollo de comorbilidades, de enfermedad cardiovascular o en la prevención de infecciones", según De la Torre.
Desde hace 18 meses el equipo de De la Torre tiene dos proyectos abiertos sobre perfiles de pacientes respondedores a las diferentes terapias biológicas, fundamentalmente pacientes con AR, pero este modelo se va a aplicar en pacientes con espondilitis, artritis psoriásica y conectivopatías.
Su objetivo fundamental es determinar qué tiene el paciente respondedor en los ámbitos proteómico, serológico, fenotípico y genómico, que le hace responder a una terapia, ha indicado la reumatóloga y ha subrayado que "fundamentalmente se determinan marcadores de respuesta a terapias anti-TNF, que son las terapias biológicas de primera línea en la inducción y mantenimiento de remisión en pacientes con AR".
Se ha creado además una unidad monográfica de gestión donde se revisan todos los pacientes con diferentes enfermedades autoinmunes que están en tratamiento con terapia biológica utilizando los protocolos aprobados tanto nacional como internacionalmente para el seguimiento, ha informado Lara Valor, inmunóloga del mismo hospital; ha concretado que esta unidad "ofrece una visión muy amplia de la clínica de los pacientes, ayuda a gestionar las dosis de las terapias y ajustarlas a las necesidades individuales y sirve de base como selección de enfermos para incluirlos en estudios de los diferentes marcadores que estamos intentando confirmar".
Pacientes jóvenes
En 2011, y según los datos de De la Torre, 635 pacientes con artritis crónica y 120 con diferentes conectivopatías recibieron terapias biológicas en el Gregorio Marañón. "Se trata de pacientes relativamente jóvenes, de entre 20 y 40 años, para los que tener calidad de vida y evitar progresión de la enfermedad y daño articular a largo plazo es fundamental porque los mantiene activos laboralmente y porque se reducen las comorbilidades".
El problema actual es que "muchas veces estas terapias biológicas se utilizan por una vía de ensayo-error porque realmente no existen marcadores de evolución. Lo que hacemos es definir al absolutamente respondedor, para compararlo con el no respondedor clínicamente y utilizando esos marcadores que estamos intentando hallar e implantar".
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