Técnicas de RCP
Cadena de supervivencia, sólo en el 20% de paradas
Enseñar a la población cómo aplicar las técnicas de RCP puede elevar hasta el 40 por ciento la posibilidad de una persona de superar un paro cardiaco.
Juana Jiménez Alcalá. Córdoba | dmredaccion@diariomedico.com | 16/10/2013 00:00
Ramón Brugada, director del Centro de Genética Cardiovascular de Gerona. (DM)
Según el Cercp, si se realiza correctamente la Cadena de supervivencia se podría aumentar la supervivencia en 2-3 veces. Sin embargo, estas maniobras sólo se realizan en apenas una de cada cinco personas que sufren un paro cardiaco extrahospitalario. Ahí radica la importancia de enseñar a la población las técnicas de RCP, de acuerdo con las guías internacionales, así como impulsar la investigación básica, clínica y epidemiológica en soporte vital y la RCP.
Ramón Brugada, director del Centro de Genética Cardiovascular de Gerona, ha explicado que, desde su centro y junto al Hospital Josep Trueta y el Instituto de Medicina Legal de Cataluña, han puesto en marcha una línea de investigación para analizar los genes de los menores de 50 años que fallecen sin causa determinada reflejada en la autopsia. "Un 30 por ciento se producen por genes familiares", ha dicho Brugada, lo cual implica un paso muy importante, ya que permite analizar "a los familiares de los fallecidos por muerte súbita y, por tanto, aplicar medidas preventivas en los de riesgo. Se trata de una herramienta genética de alto rendimiento mucho más eficaz que otras que identifica y ayuda a diagnosticar con cuatro pruebas". El grupo es el creador de un chip capaz, con bajo coste y en un corto periodo de tiempo, de hacer un estudio completo del ADN del paciente. No obstante, Brugada indica que aún hay que detectar un 40 por ciento de los genes implicados en la muerte súbita. Con ésta "hay una decena de enfermedades asociadas, un centenar de genes implicados y miles de mutaciones".
El proyecto Girona Vital, que ha significado la instalación en la provincia de 650 fibriladores, y que está realizando la formación de los escolares de 15 años, "implica que cada año habrá 7.000 niños que podrán atender a personas que sufran un paro cardiaco", señala Brugada, y recuerda que existe un decreto ley en Cataluña que permite a personas sin formación usar el desfibrilador, a diferencia de lo que se indica en la legislación nacional. "Se trata de uno de los proyectos más importantes en Europa en el ámbito de la prevención de la muerte súbita".
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