Una
de cada cuatro personas ha sufrido dispepsia en el último
semestre
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Un nuevo medicamento de origen natural permite tratar diferentes síntomas
de la dispepsia funcional
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En muchos casos los síntomas se producen tras una comida normal y se
repiten varias veces por semana, como sensación de plenitud, que produce
molestia, y saciedad precoz
Madrid,
3 de octubre de 2013. Uno
de cada cuatro españoles ha sufrido dispepsia en los últimos 6 meses, según el
libro Patología Digestiva Funcional,
editado por SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), una
guía de diagnóstico y tratamiento para los médicos de Primaria. La guía recoge
“un aspecto tan importante como las comorbilidades asociadas -otras patologías-
que estos pacientes presentan, fundamental en muchos casos para poder entender
los síntomas que padecen y poder orientar su tratamiento de una forma más global
y completa”, indica el doctor Enrique Peña, coordinador del Grupo de Trabajo de
Digestivo de SEMERGEN y coautor del libro.
La
dispepsia es toda molestia o dolor referida a la zona superior del abdomen y que
es achacable al aparato digestivo. A pesar de su frecuencia, tan sólo supone un
8% de las consultas de Atención Primaria, lo que hace pensar a los autores que
“la gran mayoría de pacientes que padecen síntomas dispépticos no acuden a su
médico en busca de un alivio o tratamiento”. Uno de los problemas de este
trastorno es su bajo diagnóstico, reconoce el doctor Peña, lo que atribuye, en
parte, a que muchos de los pacientes acuden a consultar a la farmacia y
solicitan un alivio sintomático puntual que estos les puede ofrecer, optando
pues en muchas ocasiones por la automedicación.
Los
síntomas digestivos son muy variados. “Varían desde los más frecuentes, como la
pesadez posprandial –tras la comida-, la saciedad precoz y el ardor epigástrico
o la hinchazón abdominal a otros
menos habituales como la sensación nauseosa, los eructos”. En la mayoría de las
ocasiones no se conocen las causas (60%), en cuyo caso se denomina dispepsia
funcional. “El otro 40% restante de las dispepsias responden a una causa
orgánica, siendo las más frecuentes la esofagitis por reflujo (13,5%) y la
úlcera péptica (8%), con mucha diferencia sobre patologías malignas, como el
cáncer esofágico o gástrico (2%)”, explica el doctor Peña.
Se
diagnostica dispepsia funcional cuando tras todas las pruebas diagnósticas
(incluida una endoscopia), no se llega a encontrar una causa orgánica que
justifique los síntomas del paciente. En muchos casos los síntomas se producen
tras una comida normal y se repiten varias veces por semana, como sensación de
plenitud, que produce molestia, y saciedad precoz.
El
tratamiento de la dispepsia funcional, según el doctor Peña, “debe estar
enfocado a aliviar los síntomas sin ocasionar, como en cualquier otro caso o
patología, efectos secundarios indeseables”. En este sentido, en el pasado
Congreso de la
Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) se presentó un
medicamento de origen natural, Iberogast, que permite, por primera
vez,
combatir diferentes síntomas asociados a trastornos gastrointestinales, tales
como, dolor de estómago, hinchazón abdominal, flatulencia, cólicos
gastrointestinales, náuseas y ardor de estómago.
Seguridad
como placebo
"Este
medicamento ha abierto una puerta terapéutica con unos resultados clínicos
iniciales muy prometedores, que ya permiten incluirlo en los esquemas
terapéuticos habituales, y con una seguridad similar a placebo", según
el doctor Ángel Álvarez Sánchez, del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital
Clínico San Carlos de Madrid, que ha participado en la guía.
Iberogast
se comercializa en España tras haberse convertido en el medicamento más
dispensado para el tratamiento de
la dispepsia y el síndrome de intestino irritable en Alemania y el quinto
más vendido sin receta. Su eficacia ha sido probada en más de 25 ensayos
clínicos con 50.000 personas, y más de 20 millones de pacientes lo han utilizado
en todo el mundo. Está compuesto por una combinación de 9 fitoextractos que han
demostrado actuar de forma sinérgica. Diversos estudios han demostrado que ejerce una acción clara sobre la
motilidad, ya que incrementa el tono muscular del esfínter esofágico inferior,
favorece la relajación del fundus gástrico, con lo que disminuye la sensación de
saciedad precoz y plenitud, aumenta la motilidad antropilórica, mejorando las
digestiones pesadas, y puede ayudar a regular el tránsito intestinal.
Recomendaciones
Entre
las medidas generales para evitar o minimizar los síntomas de la dispepsia
funcional o del síndrome del intestino irritable están el comer despacio y en
pequeñas cantidades para favorecer la relajación adaptativa y el vaciamiento
gástrico, evitar los tóxicos (alcohol, tabaco, fármacos -sobre todo AINEs-) o alimentos muy
condimentados o grasos, así como aprender a controlar las situaciones de estrés
(psicoterapia).
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