lunes, 28 de julio de 2014

Embolización arterial prostática, otra opción terapéutica en la HBP - DiarioMedico.com

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PROCEDIMIENTO POCO INVASIVO

Embolización arterial prostática, otra opción terapéutica en la HBP

Evitaría técnicas invasivas en ciertos pacientes con uropatía obstructiva. El procedimiento empieza a extenderse en los centros españoles.
Sonia Moreno. Madrid | soniamb@diariomedico.com   |  28/07/2014 00:00
  

David Montes Valero,Sara García Sánchez,Miguel Morales García,Pietro Moscatiello,Ignacio Díaz Lorenzo y Miguel Ángel Benítez Puig
David Montes Valero (técnico), Sara García Sánchez (enfermera), Miguel Morales García (radiólogo), Pietro Moscatiello (urólogo), Ignacio Díaz Lorenzo (radiólogo) y Miguel Ángel Benítez Puig (enfermero), todos del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid). (Mauricio Skrycky)
La hiperplasia benigna de próstata puede tratarse en determinados pacientes con embolización arterial prostática, una técnica de mínima invasión que resolvería la obstrucción urinaria y la necesidad de sonda vesical. El procedimiento consiste en introducir un microcatéter (0,6 mm) por la arteria femoral y alcanzar la arteria prostática para, una vez allí, liberar esferas de PVA de entre 100 y 300 micras. Esas moléculas detienen el flujo sanguíneo hacia la próstata, y causan así una necrosis en el tejido.
La embolización arterial, una técnica de radiología intervencionista que se utiliza en patologías diversas, empezó a aplicarse como una opción terapéutica para la hiperplasia benigna de próstata (HBP) hace unos ocho años, de la mano del grupo de João M. Pisco, del Hospital San Luis, de Lisboa. Este equipo portugués acumula ya cerca de 400 casos con la técnica; en España, los hospitales la incorporaron hace un par de años.
  • Un microcatéter 'viaja' desde la arteria femoral a los vasos prostáticos, donde se liberan esferas de PVA que interrumpen el flujo sanguíneo para causar la necrosis del tejido
Uno de esos centros es el Hospital Rey Juan Carlos, de Móstoles, en Madrid. En este hospital, especialistas de la Unidad de Radiología Intervencionista, que coordina Fernando Ybáñez Carrillo -también codirector del Servicio de Diagnóstico por Imagen, junto con Jaime Fernández Cuadrado- y del Servicio de Urología, encabezado por Miguel Sánchez Encinas, han empleado la embolización en al menos ocho pacientes.
Como expone a DM Pietro Mocastiello, urólogo del citado hospital, la embolización arterial prostática está principalmente indicada en pacientes con obstrucción urinaria por HBP, aunque, puntualmente, puede realizarse en algunos enfermos con cáncer de próstata.
"Lo habitual, no obstante, es que se utilice en pacientes con HBP que no son susceptibles de técnicas quirúrgicas o de procedimientos invasivos debido a un mal estado general o a edad elevada. Son portadores de sonda vesical crónica, lo que conlleva un riesgo de complicaciones a largo plazo, como infecciones y hemorragias. A veces, también presentan un estado mental alterado y agitación, lo que les impulsa a arrancarse a la sonda". En general, este tipo de enfermos podría suponer entre el 1 y el 5 por ciento de los pacientes que necesitan una cirugía prostática.
  • Los pacientes mayores, portadores de sonda vesical, son los que más se pueden beneficiar de esta técnica de mínima invasión que se realiza con anestesia local
Reintervención
La embolización les permite librarse de la sonda. A pesar de sus ventajas, no es una técnica generalizable a todos los casos, pues, según matiza Moscatiello, sus resultados no son del todo equiparables a los obtenidos con la intervención quirúrgica. "El tejido queda necrosado, y existe la posibilidad de que se regenere con el tiempo; incluso puede ser necesario repetir la embolización".
Miguel Morales, radiólogo del Hospital Rey Juan Carlos, considera que la experiencia con la técnica en este centro ha sido buena: sólo hubo que reintervenir a uno de los pacientes. "La calidad de vida mejora mucho en estos enfermos mayores; la intervención se realiza con anestesia local y sólo necesita una noche de ingreso, más que nada por precaución, aunque podría hacerse de forma ambulatoria".
Las principales contraindicaciones, según comenta Ignacio Díaz, también radiólogo en este hospital, son, además de las que atañen a la técnica radiológica (alergia al contraste), la insuficiencia renal y una anatomía poco favorable. A medida que se suman casos, los médicos podrán determinar subgrupos de pacientes que puedan beneficiarse más de la técnica.

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