viernes, 11 de julio de 2014

Trasplante de órganos: Valoración clínica de cinco años de trasplante de tráquea bioartifici | Observatorio de Bioética, UCV

Trasplante de órganos: Valoración clínica de cinco años de trasplante de tráquea bioartifici | Observatorio de Bioética, UCV

Observatorio de Bioética, UCV

Valoración clínica de cinco años de trasplante de tráquea bioartificial

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Valoración clínica de cinco años de trasplante de tráquea bioartificial
06 mayo
10:192014
“NOS PARECE QUE, DESDE UN PUNTO DE VISTA ÉTICO, EL USO DE PRÓTESIS BIOARTIFICIALES TRAQUEALES ES CUESTIONABLE, DADO QUE NO EXISTE EVIDENCIA MÉDICA SUFICIENTE PARA AVALAR UN RESULTADO EXITOSO DE ESTE TIPO DE TRASPLANTES.”
Se acaba de publicar una interesante Editorial en The Journal of Thoracic and Cardiovascular Surgery (2014; 147, 1128-32) que hace referencia  a los resultados clínicos obtenidos a los cinco años del primer trasplante de una tráquea bioartificial, y en el que se plantea la utilidad clínica real de esta práctica.
Aún recuerdo el impacto que me causó la lectura del artículo de The Lancet en 2008 (2008; 372, 2023-30. Erratum in: Lancet 2009; 373, 462), en el que se describía la producción, por primera vez en el mundo, de una tráquea bioartificial, construida sobre el esqueleto de la tráquea de un cadáver, que fue descelularizado, siguiendo la técnica propuesta por Doris Taylor (Hc. Ott. Nature Medicine 2008; 14, 213-221) y que posteriormente fue recelularizado con células madre de la médula ósea de la propia paciente. Tráquea que posteriormente fue reimplantada en ella, tras extirparle previamente la lesionada.
Se trataba de una mujer de treinta años que había sufrido una afección traqueal y que como consecuencia de la misma se le produjo una estenosis  traqueal que le dificultaba la respiración. Para la recelularización del esqueleto traqueal obtenido se utilizaron células epiteliales y células madre mesenquimales de la misma paciente. A los cuatro meses del trasplante de la tráquea ésta mostraba características funcionales normales. Tras el trasplante la paciente tuvo una objetiva mejoría clínica.
En 2010 se practicó otro trasplante, siguiendo la misma técnica, a un niño que padecía una estrechez congénita de la luz de la tráquea que le impedía respirar normalmente (BMJ, 2010; 340, 672). También el resultado inmediato fue muy favorable.
Ahora transcurridos cinco años desde que se llevaron a cabo dichos trasplantes es momento de comprobar cuáles han sido los resultados.
En relación con ello, y según se comenta en el Editorial del Journal of Thoracic Cardiovascular Surgery al que estamos refiriéndonos, en septiembre de 2012, el New York Times, publicó un artículo titulado “A First: Organs Tailor-Made With Bodies Own Cells”, en el que se manifestaba que la sustitución de tráqueas enfermas por otras bioartificiales era la primera gran experiencia de la medicina regenerativa utilizando órganos bioartificiales, lo que, a su parecer podría abrir la puerta a experiencias similares con corazones, riñones o hígados que requieran ser sustituidos. Hasta ahora se ha podido producir artificialmente tejido retiniano, extractos de glándula pituitaria, pequeñas cantidades de tejido cerebral (mini cerebros), tejido renal que pudo desarrollar una función renal normal, vejigas prácticamente completas, fracciones de tejido hepático humano, tejido óseo, e incluso un corazón artificial de rata con capacidad funcional (Richard Gray. Daily Telegraph. 30-VIII-2013). Como se comprueba gran cantidad de tejidos humanos e incluso algunos órganos completos, lo que abre una gran posibilidad clínica a la medicina regenerativa y reparadora en este siglo XXI.
Pero volviendo a la tráquea, sin embargo, en el Editorial que estamos comentando, sus autores PR Delaere y D Van Raemdonck, se preguntan: a) ¿cómo un tubo sintético puede transformarse en un conducto de aire que debe variar con el tiempo? y, b) ¿es la tráquea el primer órgano bioartificial utilizado en la clínica médica? A esto último ya hemos contestado anteriormente.
Ahora, transcurridos cinco años, es posible tratar de dar respuesta a tales interrogantes al conocer la evolución de los 14 pacientes que hasta el momento han recibido un trasplante de tráquea, según se comenta en un artículo publicado en Science (2013; 340, 266-268) y también en otro de The Lancet (2014; 383: 238-244). En se analiza la evolución de la paciente a la que en 2008 se le practicó el primer trasplante de tráquea, por los propios autores que lo realizaron, afirmando éstos que los resultados clínicos aportan evidencia de que el procedimiento técnico seguido en ese primer trasplante, que incluía la descelularización de una tráquea de cadáver y su posterior recelularización con células del propio paciente, es “seguro y prometedor”.
Sin embargo, en opinión de Delaere y Raemdonck no se puede afirmar algo tajantemente tan positivo, pues el analizar la evolución de los 14 pacientes hasta ahora sometidos a un trasplante de tráquea (2013; 340, 266-268), se comprueba que la mortalidad y morbilidad es muy alta (Science), ya que más de la mitad de los pacientes murieron antes de transcurridos 3 meses después del  trasplante y que a los pacientes que sobrevivieron hubo que colocarles un stent para que se mantuviera permeable la tráquea.
A la vista de estos resultados, Delaere y Raemdonck comentan que, tras el reemplazamiento de tráqueas lesionadas por otras bioartificiales, éstas funcionan solamente como esqueletos de tráquea, cumpliendo una función similar a las de las prótesis traqueales sintéticas, y que el
remplazamiento de los conductos lesionados por prótesis biosintéticas de forma definitiva, por el momento no es factible, al igual que ocurre con las prótesis bioartificiales utilizadas en el sistema gastrointestinal o genitourinario.
Por todo lo anterior nos parece que, desde un punto de vista ético, el uso de prótesis bioartificiales traqueales es cuestionable, dado que no existe evidencia médica suficiente para avalar un resultado exitoso de este tipo de trasplantes.


justo aznar
Justo Aznar.
Director del Instituto de Ciencias de la Vida de la UCV
Miembro de la Pontificia Academia para la Vida


Valoración clínica de cinco años de trasplante de tráquea bioartificial

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