Una alimentación saludable reduce el riesgo de declive cognitivo
Un estudio en más de 27,000 pacientes pone de manifiesto el beneficio de las dietas ricas en fibra y en proteínas de soja y de pescado.
El estudio ha sido llevado a cabo en pacientes de 40 países y de alto riesgo cardiovascular incluidos en los ensayos ONTARGET y TRASCEND, cuyo objetivo era determinar la eficacia de los fármacos antihipertensivos en esa población. Durante los 56 meses del seguimiento se observó declive cognitivo en 4,699 pacientes. Su incidencia fue un 24% menor en los individuos con los hábitos alimenticios más saludables, comparado con los que exhibían peores hábitos y fue independiente del nivel cognitivo basal. Las dietas consideradas saludables fueron aquellas con elevado contenido en frutas, verduras, frutos secos o proteínas de soja, así como las ricas en proteínas animales en las que predominan las del pescado. El beneficio fue particularmente notable en la ejecución de tareas de atención, control y memoria.
La evidencia aportada por este estudio consolida las actuales recomendaciones clínicas para reducir el riesgo de demencia, tanto en los pacientes cardiovasculares como en la población general, según indican los expertos. Éstos también barruntan que una menor ingesta calórica puede haber contribuido a la reducción de riesgo. Esta hipótesis se basa en estudios previos en los que se demostró que la restricción de calorías durante 3 meses mejoró un 20% la capacidad de aprendizaje en individuos de edad avanzada, un efecto que podría ser atribuible a una mejora del metabolismo de la glucosa y de la eficiencia de las vías metabólicas dependientes de insulina en el cerebro.
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