domingo, 20 de mayo de 2012

Biología y dispositivos para tratar el fallo cardiaco - DiarioMedico.com

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sensores implantables o terapia celular

Biología y dispositivos para tratar el fallo cardiaco

"Las necesidades aún sin satisfacer en fallo cardiaco hacen imprescindible el desarrollo y la adopción de múltiples novedades tecnológicas y biológicas en el diagnóstico y el tratamiento".
D.R.C. París   |  18/05/2012 00:00


Las palabras de Josef Bartunek, director asociado del Centro Cardiovascular de Aalst, en Bélgica, han dado pie a la presentación de las tecnologías emergentes en el campo del fallo cardiaco.

Se podría empezar por los sensores implantables. Mark Vanderheyden, también de Aalst, ha destacado el trabajo en los sensores hemodinámicos, y dentro de ellos, en los de presión: "Están llevando a un cambio de paradigma en la gestión de esta enfermedad, que ahora es buena, pero no lo suficiente; serán parte de la rutina en la asistencia, sobre todo cuando se combinen con la monitorización remota. Además, su evolución facilitará la estratificación del riesgo y la predicción de fallo cardiaco descompensado agudo". Entre los nombres que ha citado se encuentran HeartPOD y el proyecto ALPS.

En cuanto a los dispositivos de asistencia ventricular percutánea, Volkmar Falk, de la Universidad de Zurich, en Suiza, ha explicado que, pese a que todavía no existe evidencia de beneficios de supervivencia en ensayos randomizados -pese a los beneficios hemodinámicos-, esta tecnología ampliará el alcance de las actuales opciones terapéuticas en fallo cardiaco agudo. Falk ha destacado la tecnología de la compañía CircuLite.

Como nuevo tratamiento de intervención en fallo cardiaco isquémico crónico ha surgido la partición del ventrículo izquierdo. Concretada en el dispositivo Parachute, Hueseyin Ince, de la Universidad de Rostock, en Alemania, ha dicho que esta terapia de restauración ha demostrado "ser segura, prevenir la dilatación y mejorar el estatus clínico en los pacientes con fallo cardiaco que tengan un daño estructural en el ventrículo izquierdo tras un infarto en la arteria anterior descendente izquierda. Futuros estudios determinarán si la descarga ventricular obtenida con esta técnica altera el curso y la progresión del fallo cardiaco.

De terapia celular para fallo cardiaco congestivo ha hablado Jens Kastrup, del Rigshospitalet de Dinamarca, que ha incidido en que este enfoque ofrece una solución terapéutica disruptiva para esta patología, aunque requiere más estudios.

Más allá ha ido Piet Jansen, de la compañía francesa Carmat, que trabaja en el desarrollo de un corazón artificial: "El aumento de pacientes en lista de espera para trasplante de corazón aumenta, por lo que se trata de una alternativa muy válida". En Carmat trabajan en un sistema electrohidráulico pulsátil  con control electrónico integrado.

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