El efecto de una vida saludable se mide en los cromosomas
Un estudio apunta a que los telómeros de quienes tienen mejores hábitos se alargan
Una vida saludable (hacer ejercicio, comer sano –sobre todo verduras integrales con pescado, menos carne roja y sin alcohol-) es la mejor receta para vivir más. Esta conclusión ya es sabida, pero por primera vez se ha podido medir al nivel del núcleo celular: en los cromosomas, que son los paquetes que contienen nuestros genes. Un pequeño estudio de cinco años con 35 personas, que publica The Lancet, ha puesto números por primera vez al efecto de la vida sana en los telómeros, los extremos de los cromosomas cuya longitud determina la supervivencia.
En concreto, el estudio realizado por la Universidad de California en San Francisco, siguió a una serie de hombres con cáncer de próstata, y, aprovechando sus controles, se midieron los telómeros. Los que cambiaron a una vida más sana los prolongaron el 10%; los que no hicieron cambios en sus vidas, los redujeron un 3%.
Pese a las limitaciones del estudio (tanto en número de participantes como por sus condicionantes de sexo y estado de salud), el estudio da una medida de cómo influyen los hábitos a nivel intracelular. Los telómeros son una especie de protección de los extremos de los cromosomas, que son las estructuras que contienen los genes. En cada división celular se reducen, por lo que el daño se acerca a la información básica de la vida. Y mantenerlos se ha visto que es una manera de asegurar la supervivencia.
Entre los cambios que siguieron los voluntarios estaban, sobre todo, las de dieta, pero también el hacer ejercicio moderado o contar con sistemas de relajación y apoyo social.
Precisamente el tema de la alimentación es el central del Congreso Internacional sobre Nutrición que ha comenzado este lunes en Granada. En su primera jornada se ha recalcado que “mantener unos niveles óptimos de hidratación, evitar la ingesta de alcohol, evitar el tabaquismo, sea o no pasivo, llevar una dieta rica en frutas y verduras o evitar el sedentarismo, es decir, llevar un estilo de vida saludable supone evitar factores que predisponen a diferente enfermedades, como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipercolesterolemia o las enfermedades cardiovasculares”.
En él, Pilar Riobó, jefa de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, ha afirmado que “una adecuada nutrición es una de las mejores herramientas para prevenir enfermedades. En España tenemos la suerte de contar con la dieta mediterránea, uno de los mejores ejemplos de calidad nutricional. No existe una adecuada relación entre las calorías que consumimos y las que gastamos, lo que conduce poco a poco hacia la obesidad”. Y ha añadido que “no podemos olvidar que no existe una correcta nutrición sin una hidratación adecuada [uno de los temas de la primera jornada]. De hecho, los expertos recomiendan de forma general ingerir entre 2 y 2,5 litros diarios a través de las diferentes bebidas, como zumos, refrescos o sopas que ayudan a adquirir los niveles deseados aportando variedad de sabores”.
En concreto, el estudio realizado por la Universidad de California en San Francisco, siguió a una serie de hombres con cáncer de próstata, y, aprovechando sus controles, se midieron los telómeros. Los que cambiaron a una vida más sana los prolongaron el 10%; los que no hicieron cambios en sus vidas, los redujeron un 3%.
Pese a las limitaciones del estudio (tanto en número de participantes como por sus condicionantes de sexo y estado de salud), el estudio da una medida de cómo influyen los hábitos a nivel intracelular. Los telómeros son una especie de protección de los extremos de los cromosomas, que son las estructuras que contienen los genes. En cada división celular se reducen, por lo que el daño se acerca a la información básica de la vida. Y mantenerlos se ha visto que es una manera de asegurar la supervivencia.
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En él, Pilar Riobó, jefa de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, ha afirmado que “una adecuada nutrición es una de las mejores herramientas para prevenir enfermedades. En España tenemos la suerte de contar con la dieta mediterránea, uno de los mejores ejemplos de calidad nutricional. No existe una adecuada relación entre las calorías que consumimos y las que gastamos, lo que conduce poco a poco hacia la obesidad”. Y ha añadido que “no podemos olvidar que no existe una correcta nutrición sin una hidratación adecuada [uno de los temas de la primera jornada]. De hecho, los expertos recomiendan de forma general ingerir entre 2 y 2,5 litros diarios a través de las diferentes bebidas, como zumos, refrescos o sopas que ayudan a adquirir los niveles deseados aportando variedad de sabores”.
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