INFECCIOSAS | Guías de práctica clínica
Seropositiva es distinto a seropositivo
El abordaje del VIH se hace de distinta forma cuando el paciente es una mujer. | Javier Martín
Aunque ve a decenas de pacientes a diario, la internista especializada en enfermedades infecciosas Concepción Amador recuerda a una concreta del año pasado. "Era una mujer mayor, de alrededor de 65 años, tenía una pareja nueva y llevaba un año dando tumbos por distintos médicos porque se encontraba mal", comenta. Finalmente, alguien sugirió que se le hiciera la prueba del VIH, algo que, probablemente, hubiera tardado menos en proponerse si se hubiera tratado de un varón con los mismos síntomas. Y esta anécdota la cuenta Amador para ilustrar una de las diferencias entre mujeres y hombres infectados por el VIH, cuyo diagnóstico tardío es más frecuente en las primeras que en los segundos.
La especialista del Hospital Marina Baixa (Villajoyosa, Alicante) es una de las dos coordinadoras del primer consenso científico para un abordaje diferenciado de las mujeres infectadas por el VIH, el primer documento de este tipo que se publica en España que acaba de publicar el Grupo de Estudio de Sida (GESIDA) con la colaboración del Plan Nacional sobre Sida.
En él, se abordan las diferencias entre la detección y el tratamiento del VIH en varones y mujeres. Y para ello, los autores han buceado entre las principales bases de datos médicas para confirmar lo que ya se sospechaba: la gran mayoría de estudios clínicos para evaluar fármacos antirretrovirales se han hecho en varones y no en mujeres. "Hasta 1993 directamente no participaban mujeres", afirma Amador. En la actualidad, solo lo hacen entre el 12% y el 23% de los casos.
Por ello, es lógico que no haya recomendaciones terapéuticas específicas para mujeres en las guías de práctica clínica, algo que en parte solventa este documento. Por ejemplo, por primera vez recoge cómo la administración de un conocido antirretroviral, la nevirapina, ha de empezar con una cantidad distinta de CD4 en hombres que en mujeres. "No es algo nuevo, pero lo ponemos por escrito", apunta la especialista en infecciosas del hospital alicantino.
Las neoplasias es otro de los temas que afecta de forma distinta a hombres y mujeres seropositivos. "En las mujeres el más frecuente es el cáncer de cuello de útero", comenta la coordinadora. Y de ahí la recomendación del documento. El cáncer ha pasado de ser algo infrecuente en estos pacientes a afectar a entre un 25% y un 40% de los mismos. Para evitar el más frecuente en mujeres, se sugiere vacunar frente al virus del papiloman humano (VHP) y aumentar las citologías cervicales tras el diagnóstico de la infección, de una anual a dos.
Otras diferencias que apunta la bibliografía consultada se refieren a la situación en el momento del diagnóstico. "Parece que la carga viral es más baja en mujeres que en hombres cuando se diagnostica y, sin embargo, la supervivencia cuando ya se evoluciona a sida es peor en este género", comenta Amador.
El consenso también aborda un aspecto más social, como es la reacción de las mujeres ante un diagnóstico de este tipo. Según explica la experta, aunque en los dos sexos es frecuente que cambie el deseo sexual, la abstinencia es quizás más habitual en mujeres que en hombres recién declarados seropositivos.También hay una mayor incidencia de síntomas depresivos en las mujeres que en los varones, por lo que se recomienda prestar especial atención a este aspecto.
En definitiva, la nueva guía hará que los médicos vean desde el principio a los pacientes con una nueva perspectiva de género que influirá sin duda en una mejor evolución y pronóstico de los mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario