Detectada la presencia de VIH en la niña estadounidense que se creía curada
Nació de una madre con el virus y tras 18 meses de tratamiento la enfermedad había remitido
AGENCIAS Madrid 11 JUL 2014 - 13:15 CET
Médicos del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas en Estados Unidos han detectado niveles del virus del VIH en la niña que, el pasado año, se creía que había sido curado gracias a un cóctel de fármacos estándar, administrados nada más nacer. La menor, conocida como el bebé de Misisipí, fue un caso de estudio de remisión prolongada de la infección, que fue publicado en The New England Journal of Medicine el año pasado.
La menor, ahora de 4 años, nació de manera prematura en una clínica de Misisipí en 2010 de una madre infectada con VIH. Después de recibir tratamiento por 18 meses, pasó más de dos años sin medicamentos antirretrovirales y durante ese tiempo los análisis de sangre revelaron niveles no detectables de VIH.
"Ciertamente este es un giro desalentador para esta pequeña, el personal médico involucrado en el cuidado de la niña y la comunidad que investiga el VIH-sida", ha señalado el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas.
Los primeros resultados del caso se presentaron en marzo de 2013 durante una reunión científica en Atlanta, pero fue en octubre de ese año cuando el New England Journal of Medicine daba detalles y confirma lo que los investigadores ya habían anunciado "el primer caso documentado de remisión del VIH en un niño".
Entonces los investigadores afirmaban que todo llevaba a pensar que "la remisión de esta niña no es una mera casualidad, sino el resultado probable de una terapia agresiva y temprana que puede haber impedido que el virus tome la delantera a las células inmunes del menor", explicaba Deborah Persaud, autora principal del informe y viróloga y experta en VIH pediátrico en el Centro de Niños de Johns Hopkins.
La menor nació de una madre infectada por el VIH y comenzó con una combinación de tratamiento antirretroviral 30 horas después del nacimiento. Una serie de pruebas en los días y semanas posteriores demostraron una disminución progresiva de la presencia viral en la sangre del bebé hasta que llegó a niveles no detectables 29 días después del nacimiento.
La niña permaneció con antivirales hasta los 18 meses de edad, momento en el que se perdió el seguimiento de la menor y, según los médicos, abandonó el tratamiento. A su regreso a la atención médica, unos 10 meses después de que se detuvo el tratamiento, se repitieron las pruebas estándar para el VIH pero ninguna detectó el virus en la sangre, según el informe publicado en octubre.
Actualmente, casi 3,3 millones de niños viven con el VIH en todo el mundo y más de 260.000 adquieren el virus de sus madres durante el parto, a pesar de los avances en la prevención de la infección de la madre al niño.
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