Trabajo multidisciplinar
Abordaje de comorbilidades en el autismo
El presidente de la Academia Iberoamericana de Neurología Pediátrica afirma que es necesario un abordaje completo para identificar las patologías asociadas al autismo.
Enrique Mezquita. Valencia | 12/09/2013 17:54
Víctor Ruggieri, presidente de la Academia Iberoamericana de Neurología Pediátrica ()
- La implicación de profesionales especializados en esta patología y su actuación conjunta reduce otras alteraciones que suelen asociarse
"El autismo no tiene una identificación única ni abordaje farmacológico curativo, pero el trabajo en equipo permite identificar muchas comorbilidades o fenómenos vinculados que sí tienen tratamiento". A modo de ejemplo, "una persona con autismo puede presentar trastornos de atención, y fármacos como el metilfenidato y la atomoxetina pueden mejorar la situación. Además, la risperidona o, más recientemente, el aripiprazol, pueden servir para el tratamiento de las conductas disruptivas o agresivas, la inflexibilidad o incluso mejorar algunas estereotipias".
No obstante, el neuropediatra también ha explicado que "no se debe empezar con drogas si antes no se ha intentado un abordaje previo y multidisciplinar", y ha recordado que tal medida se debe evaluar con la colaboración de los padres y los profesores.
Ruggieri también ha hecho hincapié en los signos tempranos que pueden hacer sospechar un caso de autismo. "Si durante el primer año de vida el niño no señala lo que quiere, no mira lo que le señalamos, no responde o se da la vuelta al pronunciar su nombre, entre otros, podemos pensar en la patología, una vez descartado, por supuesto, que padezca problemas auditivos", ha explicado.
Situación social
Asimismo, en muchas ocasiones se suman otras alertas, como un retraso en el desarrollo de su lenguaje (oral y comunicacional) o la tendencia a una mirada perdida y, por tanto, a la no atención compartida. El especialista también ha señalado que no siempre los autistas tienen retraso mental, sino que de hecho "un porcentaje muy elevado de esos niños tienen una inteligencia muy alta".
Para abordar a los pacientes, ha señalado que "uno ha de usar el sentido común y tener en cuenta las fortalezas y debilidades de cada niño". En su opinión, "si uno quiere trabajar con un niño autista, tiene que conseguir que comience a comunicarse y mirar al otro, a entender las situaciones sociales y compartir". Una opción es "emplear sistemas alternativos, de señas incluso, para darle la posibilidad de comenzar a hablar progresivamente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario