NUTRICIÓN | Análisis
El coste de las alergias alimentarias de los niños
Los frutos secos son algunos de los alimentos que más alergias producen. | EL MUNDO
- A EEUU, este tipo de alergia le cuesta casi 19 millones de euros al año
- El 80% de esta cantidad corresponde a los gastos generados en la familia
- En España, el impacto sanitario alcanza los 1.379 dólares internacionales
Casi 19 millones de euros al año. Esto es lo que le cuesta a Estados Unidos las alergias infantiles a los alimentos, lo que equivale a unos 3.000 euros por niño. Casi el 80% de esta cantidad corresponde a los gastos generados en la familia, como la adquisición de alimentos especiales y la pérdida de productividad en el trabajo de los padres. Así lo dice un análisis de la revista 'JAMA Pediatrics'.
Se trata de un estudio que además de evaluar el coste de las consultas médicas, la medicación y los ingresos hospitalarios derivados de las alergias alimentarias, ha examinado también la repercusión económica del día a día, por ejemplo: dietas especiales, alimentos sin el alérgeno 'prohibido', desplazamientos al médico, pérdida de productividad en el trabajo de los padres por tener que ausentarse, etc.
"Ya hay investigaciones que demuestran hasta qué punto tener un hijo con este tipo de alergias influye en la calidad de vida", argumenta Ruchi Gupta, responsable del trabajo. La constante amenaza de una exposición accidental al ingrediente 'enemigo' en el colegio o durante cualquier actividad fuera de casa "puede limitar las interacciones sociales del pequeño y requerir que un adulto esté siempre disponible", agrega.
Muchos padres, apuntan los expertos, cambian a sus hijos a un colegio que esté cerca de sus trabajos o, al revés, se trasladan a otra empresa que esté más próxima a la escuela, por si ocurre cualquier emergencia.
Cabe puntualizar que este tipo de reacciones alérgicas se desencadenan con gran rapidez, sólo 20 o 30 minutos después del contacto con el alimento. Según Belén de la Hoz, alergóloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y coordinadora del Comité de Alergia a Alimentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), "se producen picores en la boca y las manos, ronchas en la piel, a veces dificultad para respirar, bajada de tensión, mareos... incluso diarrea y vómitos". En un 7% de los casos se desarrollan bronquioespamos.
Sólo con un beso, "si la otra persona ha comido el alimento que le produce alergia puede darle urticaria (picores)", remarca otra especialista española consultada por ELMUNDO.es, Paloma Ibáñez, jefe de servicio de Alergología del Hospital Niño Jesús de Madrid.
Ya sea en el comedor, en un cumpleaños o cuando van de excursión, aseguran los expertos, estos niños aprenden a protegerse muy bien y siempre preguntan por los ingredientes de los platos que les ofrecen. Para evitar riesgos, cuando salen fuera de casa, muchos llevan una tartera con alimentos 'seguros' y los que pueden tener reacciones más graves también reservan un hueco en sus mochilas para la medicación (antihistamínicos, corticoides y adrenalina autoinyectable), que les ayuda a controlar sus síntomas."Hay que instruirles para reconocer los síntomas, para tratarlos y saber cuándo tienen que acudir a urgencias", remarca Ibáñez.
El riesgo y el miedo de los padres están latentes porque algunos alimentos, como la leche y el huevo, que precisamente son los culpables de la mayoría de las alergias de los más pequeños (en el 90% de los casos desaparecen espontáneamente a los seis o siete años), están presentes en la mayoría de las comidas. En el estudio del 'JAMA Pediatrics', las más comunes fueron por cacahuetes (28,7%), leche (22,3%) y mariscos (18,6%).
Dado que, tal y como subrayan los expertos, no se le suele dar mucha importancia a estas alergias, y teniendo en cuenta que la incidencia está aumentando (la razón se desconoce –se piensa en factores genéticos y ambientales-) en casi todos los países occidentales (un estudio español observó que entre 1998 y 2005 se ha pasado de un 3% a un 7% de la población afectada), el equipo Gupta, de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern (Chicago, EEUU), encuestó a 1.643 padres con algún hijo con alergia alimentaria para determinar el impacto económico de esta dolencia.
El coste en EEUU
En total, este tipo de alergias costaron en Estados Unidos 24,8 mil millones de dólares al año unos 19.000 millones de euros), 4.184 dólares por niños (algo más de 3.000 euros). De la cantidad global, 4,3 mil millones correspondían a los gastos médicos directos y 20,5 mil millones a los generados en la familia.Las hospitalizaciones representaron la mayor proporción del coste médico directo (dos mil millones), seguidos por las visitas ambulatorias a los alergólogos (819 millones), a los servicios de emergencia (764 millones) y las consultas pediátricas (543 millones).
En cuanto a los gastos familiares, donde más dinero se gastaba eran las dietas especiales, por ejemplo, en restaurantes, y los alimentos libres de alérgenos, lo que suponía aproximadamente 1.700 millones al año. La pérdida de productividad laboral costaba unos 773 millones de dólares al año.
Para ponerlo en contexto, "comparamos los resultados con el impacto económico del asma, que afecta a un porcentaje muy parecido de niños y vimos que, aunque el coste médico de esta enfermedad respiratoria es cinco veces mayor que el de las alergias alimentarias (el tratamiento es diario), en el cómputo global se compensaba con el coste familiar (sobre todo el relacionado con la adquisición obligada de alimentos especiales), muy superior en las alergias".
Datos españoles
Hace dos años, Europa hizo un análisis muy parecido sobre el impacto económico de las alergias a los alimentos, tanto en niños como en adultos. El estudio (EuroPrevall) se desarrolló en 19 países europeos. Según los resultados, concretamente en España, el coste sanitario de un paciente adulto alérgico a algún alimento asciende a 1.281 dólares internacionales anuales, un 47% más que el gasto generado por la población no alérgica. En el caso de la población infantil, el impacto sanitario de estas alergias alcanza los 1.379 dólares internacionales, tres veces más que los menores no alérgicos, que apenas superan los 390 euros.Según dicho estudio, los alimentos más frecuentemente implicados en reacciones adversas de los pacientes que acuden al alergólogo son: el melocotón, la leche, el huevo, el melón, las gambas, el pescado, el kiwi, el plátano, la nuez, la sandía, el cacahuete, la manzana, el tomate, el pescado y la avellana. En general, subraya la especialista de la Hoz, que ha participado en este trabajo europeo, las alergias más frecuentes en España (35% de los casos) tienen que ver con las frutas frescas. El 22% se deben a los frutos secos, el 14%, a las verduras y el 8% al cacahuete.
En definitiva, los autores del artículo, "estos resultados demuestran la relevancia que tienen las alergias infantiles a los alimentos en las familias y en la sociedad, por lo que se debería impulsar la investigación de un tratamiento que cure esta trastorno". De momento, en España, asegura la doctora de la Hoz, "se están estudios experimentales con vacunas sublinguales para la alergia de los frutos secos (la avellana); hay una vacuna comercializada ya para las alergias al melocotón (para minimizar los síntomas) y algunos centros hospitalarios disponen de terapias específicas para los niños que ya han cumplido los siete años y siguen siendo alérgicos al huevo o/y a la leche, y está dando buenos resultados".
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