La imagen permite refinar el abordaje en el raquis

La combinación de las tres técnicas existentes para el manejo de las deformidades del raquis ha conseguido grandes avances.

Enrique Mezquita. Valencia | 24/07/2014 00:00

Teresa Bas, responsable de la Unidad de Raquis de la Fe de Valencia. (Enrique Mezquita.)

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Las técnicas de imagen son un elemento fundamental para optimizar el seguimiento y abordaje de los pacientes afectados por patologías y deformidades del raquis, ha señalado a DM Teresa Bas, jefe clínico de la Unidad de Raquis del Hospital La Fe, de Valencia. "Son esenciales en la columna (cervical, torácica y lumbar) para el seguimiento correcto y decidir los mejores tratamientos en cada caso". Las imágenes definen mejor la técnica quirúrgica y, por tanto, "que éstas sean más pequeñas y menos agresivas". En la actualidad, según Bas, existen tres técnicas fundamentales para el manejo de las deformidades del raquis que cumplen estas expectativas. "Lo más novedoso es la EOS que con poca irradiación reconstruye en tres dimensiones la columna, la pelvis y el cuello", y ha añadido que, "de esta forma, y sin necesidad de recurrir a una TC, podemos conseguir una imagen que nos permite tratar mucho mejor las patologías".

Comprobar anomalías
Es necesario además apoyarse en las técnicas de ultrasonidos que se emplean para las ecografías abdominales, para chequear a los pacientes y llevar el seguimiento de la escoliosis y de las barras magnéticas de crecimiento.

Por último, la resonancia magnética también juega un papel importante, "ya que permite visualizar anomalías intramedulares o en la unión del cráneo (como la malformación de Chiari o el síndrome de médula anclada) o, si no existen, descartarlas".

Aunque con la combinación de estas técnicas el abordaje del raquis ha conocido grandes avances, Teresa Bas considera que "aún queda mucho por mejorar en cuanto a la seguridad del paciente".