jueves, 30 de abril de 2009
ANEURISMAS GRAVES: nuevo dispositivo
Pedro Lylyk, neurocirujano
Foto: LA NACION / Archivo
Neurocirugía / Estudio multinacional
Un nuevo dispositivo para tratar aneurismas graves
Al corregir el flujo sanguíneo repara el defecto de la pared arterial
Noticias de Ciencia/Salud: Jueves 30 de abril de 2009 | Publicado en edición impresa
Sebastián A. Ríos
LA NACION
Un nuevo procedimiento para el tratamiento de los aneurismas cerebrales ofrece una cura definitiva para las formas más voluminosas y difíciles de tratar -los llamados aneurismas grandes o gigantes- de estos ensanchamientos o abombamientos de las arterias del cerebro.
Se trata de la reconstrucción endovascular intracraneal, en la que los neurocirujanos colocan una malla metálica que tapa la boca del aneurisma, restableciendo la normal circulación de la arteria afectada, lo que permite que el mismo flujo sanguíneo repare el defecto de la pared arterial.
"Al colocarse este dispositivo en la arteria, donde se encuentra el defecto de la pared, éste queda tapado y con el tiempo el aneurisma se reabsorbe. Desaparece como si nunca hubiera estado", dijo a LA NACION el doctor Pedro Lylyk, neurocirujano y coautor del estudio clínico que evaluó la efectividad y seguridad de esta técnica, y cuyas conclusiones se publicaron recientemente en la revista especializada Neurosurgery .
El uso del dispositivo corrector del flujo sanguíneo que se emplea en esta nueva técnica -el llamado PED (Pipeline Embolization Device)- ya ha sido aprobado en Europa, y pronto será solicitada su aprobación en Estados Unidos y en la Argentina. Aquí ha sido empleado en el marco del ensayo clínico multinacional PITA, del que participó la Argentina, junto con Francia, Alemania, Hungría, Suiza y Austria.
"La tasa de oclusión [curación] de los aneurismas que obtuvimos en el estudio fue del 95%, y no se observaron complicaciones graves asociadas al uso de este dispositivo", comentó el doctor Lylyk, jefe de neurocirugía de la Clínica la Sagrada Familia y de la Clínica Adventista Belgrano, y jefe de neurocirugía endovascular de Fleni.
"La reconstrucción endovascular con el PED representa un tratamiento seguro, durable y curativo para los aneurismas cerebrales de cuello amplio, grandes y gigantes", escribieron los autores del estudio publicado en Neurosurgery .
Los aneurismas suelen diagnosticarse en personas mayores de 40 a 50 años, señaló Lylyk. "El riesgo de mortalidad o de discapacidad severa tras la ruptura de un aneurisma cerebral es del 70%", precisó.
Reparar el defecto
Existen dos tipos de aneurisma: aquellos con un "cuello" pequeño que separa el aneurisma de la arteria afectada, y que responden bien al uso de los llamados coils (diminutas espiras metálicas, similares en aspecto a la cola enrulada de un chancho, que se usan para rellenar el aneurisma); y aquellos con cuello grande, que resultan difíciles de tratar con cualquiera de las técnicas disponibles, distinguió Lylyk.
"Cuando se los trata utilizando coils , por ejemplo, el flujo de sangre dentro del aneurisma es tan grande que puede aplastar y compactar estas espiras de platino -agregó el neurocirujano-. El nuevo dispositivo utiliza el flujo de la sangre a su favor: lo utiliza para reparar el defecto [el aneurisma] de la pared de la arteria cerebral."
El PED -dispositivo desarrollado por la compañía norteamericana Chesnut Medical Technologies, con sede en California- es introducido en el cuerpo del paciente mediante un procedimiento de cateterismo similar al de las angioplastias que se realizan para destapar las arterias coronarias: bajo anestesia general, se introduce el catéter a través de la arteria femoral, y se lo hace llegar hasta el lugar del aneurisma.
Pero a diferencia de la colocación de los coils , no se ingresa dentro del aneurisma: "El PED se coloca en la arteria, sin entrar al aneurisma -precisó Lylyk-. Es un cilindro constituido por 48 hilos de cromo, cobalto y aluminio, que cuando es liberado por el catéter toma la forma de la arteria".
Así, continuó, "la boca del aneurisma queda tapada. El flujo mismo de la sangre que pasa por la arteria va tapizando el PED con células endoteliales [células que conforman la pared interna de los vasos sanguíneos]. Se estima que, al igual que un stent , el dispositivo tarda entre 4 y 6 semanas en tapizarse por completo" de células endoteliales.
Al mismo tiempo, el aneurisma, tapado, se va reabsorbiendo. Reparado el defecto, el resultado no es otro que una arteria cerebral normal.
"Dispositivos correctores del flujo, como el PED, seguramente cambiarán el paradigma del tratamiento endovascular de los aneurismas cerebrales", concluyó Lylyk.
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