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El 50% de los ictus lacunares derivan en deterioro cognitivo
La mitad de pacientes que han sufrido un primer ictus de tipo lacunar acaban desarrollando deterioro cognitivo leve, que puede ser subclínico, a menos que se realice un test neuropsicológico. Esta es la conclusión de una monografía sobre ictus y deterioro cognitivo vascular.Patricia Morén. Barcelona - Miércoles, 29 de Abril de 2009 - Actualizado a las 00:00h.
llaves conceptuales:
1. El deterioro cognitivo leve asociado al ictus podría deberse tanto a la degeneración de los vasos como a la atrofia cerebral de la sustancia gris
El 50 por ciento de los pacientes que han sufrido un primer ictus de tipo lacunar presentarán deterioro cognitivo leve de tipo vascular, al finalizar la fase aguda de la enfermedad, según ha destacado Adrià Arboix, profesor asociado del Servicio de Neurología de la Universidad de Barcelona (UB) y neurólogo consultor y responsable de la Unidad de Enfermedades Vasculares Cerebrales del Hospital Universitario Sagrado Corazón, de Barcelona.
Arboix es codirector, junto con la neusopsicóloga Marta Grau-Olivares, que en la actualidad se encuentra en Massachusetts, de la monografía Deterioro cognitivo de tipo vascular, realizada con el aval de la Sociedad Española de Neurología y que es la primera que aborda esta cuestión, hasta ahora muy estudiada en el caso de la enfermedad de Alzheimer y las demencias, pero muy poco en el del ictus.
Las razones que han impulsado la elaboración de este trabajo han sido la frecuencia de la demencia vascular postictus, que puede llegar a más de un tercio de los pacientes a los tres meses del inicio de los síntomas; la constatación de que la incidencia de deterioro vascular en personas de más de 70 años es de 9,5 casos por 1.000 habitantes y año; pero, sobre todo, una evidencia reciente, según la cual pacientes que han presentado un primer infarto cerebral de tipo lacunar sufrirán un deterioro cognitivo leve una vez finalizada la fase aguda de la enfermedad.
Al respecto, en los estudios de morfometría basada en vóxels (Voxel Based Morphometry), una tecnología que por ahora se utiliza en investigación y que permite cuantificar el número de lesiones isquémicas y su volumen, se ha visto que la pérdida de la sustancia gris cerebral o atrofia cerebral asociada es significativa.
Es decir, el deterioro cognitivo leve asociado al ictus no sólo podría deberse al estado de los vasos tras el accidente cerebrovascular (ACV), sino a una imbricación de estos vasos con la atrofia cerebral; "habría una sinergia entre ambos procesos, uno vascular y otro de atrofia cerebral degenerativa", ha explicado Arboix.
De hecho, un autor americano, Jack C. de La Torre, de la Universidad Case Western Reserve, de Cleveland (Ohio), plantea una hipótesis muy provocativa, según la cual el Alzheimer sería una "vaso-cognopatía".
Estos hallazgos suponen que a partir de ahora habrá que realizar un estudio neuropsicológico a todos los enfermos tras un primer ictus, ya que podrían presentar deterioro cognitivo leve subclínico, lo que sería útil para establecer una buena prevención primaria y secundaria del deterioro cognitivo vascular.
Ahora, un importante ensayo clínico, el SPS3 (de Secondary Prevention of Small Subcortical Strokes), coordinado desde la Universidad de San Antonio (Estados Unidos), va a incluir por primera vez como objetivo principal del estudio (endpoint) el análisis del deterioro cognitivo. Esta valoración se efectuará en pacientes que hayan sufrido un primer ictus (en tratamiento antiagregante plaquetario con aspirina y placebo o aspirina y clopidogrel y bajo un control estricto de la tensión arterial) y que sufran una recurrencia.
Asimismo, la monografía trata otro aspecto futuro: el hallazgo de biomarcadores de ictus y de demencia vascular, aunque en la clínica aún son "ciencia ficción".
Una monografía completa
La monografía Deterioro cognitivo de tipo vascular, codirigida por Marta Grau-Olivares y Adrià Arboix, ha sido fruto del trabajo de 28 autores de numerosos servicios de Neurología de toda España.
Cuenta con el aval de la SEN y ha sido esponsorizada por Bristol-Myers Squibb. Su contenido, dividido en 19 capítulos que abordan los temas de más candente actualidad en esta área, ha sido prologado por Carme Junqué, catedrática de Neuropsicología de la UB.
La obra se ha publicado coincidiendo con el XV aniversario de las Sesiones Clínicas de la Unidad de Enfermedades Vascular-Cerebrales del Hospital Universitario Sagrado Corazón, que se iniciaron en 1995, y con el décimo aniversario del suplemento de Neurología de la SEN, que se publicó por primera vez en 2004. Y se ha presentado en la XIII Reunión Anual de la Sociedad Catalana de Neurología, en Montserrat.
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