miércoles, 29 de abril de 2009

terapias antiangiogénicas y endometriosis


Diariomedico.com - ESPAÑA
Las nuevas terapias antiangiogénicas, abordaje prometedor en endometriosis
Hallar un tratamiento específico que se dir¡ja a la base de la endometriosis es uno de los retos de la ginecología. Alicia Hernández, que ha coordinado un curso de actualización en esta patología en el Hospital La Paz, de Madrid, cree que los nuevos antiangiogénicos y los agonistas dopaminérgicos representan las opciones terapéuticas más prometedoras.


José A. Plaza - Miércoles, 29 de Abril de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Un microambiente peritoneal en el que la inflamación y proliferación son protagonistas es la principal causa de la enfermedad
2. Los agonistas dopaminérgicos prometen un tratamiento efectivo gracias a su labor de disminución de niveles del factor VEGF
3. La relación con el cáncer no está clara: ¿causalidad o casualidad? Hernández cree que la enfermedad es agresiva y mutilante, pero no tumoral

El Hospital Universitario La Paz, de Madrid, ha celebrado un curso de puesta al día en endometriosis, enfermedad que supone un desafío para los ginecólogos y que exige un abordaje multidisciplinar por la complejidad de su diagnóstico y tratamiento.


Alicia Hernández, del citado hospital, ha explicado a DIARIO MÉDICO que el conocimiento de las bases biológicas es uno de los puntos en los que los profesionales están más avanzados. La endometriosis se define por la presencia de glándulas y estroma fuera del útero, su lugar habitual: "Parece que el endometrio sale por menstruación retrógrada por las trompas. Una de las claves es saber hasta qué punto este proceso es fisiológico o patológico".

Hasta un 85-90 por ciento de mujeres pueden tener menstruación retrógrada, aunque aún no se ha dado con la clave que permita discernir "por qué en unas se desarrolla la enfermedad a partir del endometrio fisiológico y en otras no". La ovárica es la endometriosis más frecuente, ya que sólo un 18 por ciento de los casos se califican de "profundos"; aunque este tipo es de comportamiento más benigno, crea mayores problemas de esterilidad.

Inflamación, angiogénesis
Aparte de la menstruación retrógrada, la mujer que desarrolla la enfermedad tiene un ambiente peritoneal de alteración de los mecanismos de proliferación.

El factor de crecimiento vascular (VEGF, por sus siglas en inglés) tiene mucho que ver con estos fenómenos de crecimiento e implantación en la mujer que desarrolla endometriosis, aunque no se trata de un factor único; la influencia de la angiogénesis y de moléculas como las interleucinas y factores inflamatorios también predisponen a su aparición. En definitiva, la causa estaría en un microambiente peritoneal de inflamación y proliferación.

Los nuevos tratamientos contra la angiogénesis forman parte del futuro abordaje. Los agonistas dopaminérgicos prometen un tratamiento efectivo gracias a su labor de disminución del factor VEGF, mientras que "los estudios de proteómica y genómica facilitarán la llegada de nuevas alternativas terapéuticas".

Los tratamientos actuales van dirigidos contra los estrógenos, cuyos niveles aparecen aumentados en la enfermedad. Aunque el hipoestrogenismo mitiga el dolor, faltan tratamientos que se dirijan específicamente a la base de la enfermedad.

Clínicamente hay diferentes síntomas de la enfermedad, pero Hernández cree que pueden resumirse en infertilidad y dolor, que puede llegar a ser incapacitante. Como unidad de referencia nacional, el servicio de Endometriosis de La Paz cuenta con una serie importante de pacientes: en el 19 por ciento de los casos de dolor, éste era incapacitante. Con respecto a la infertilidad, "hasta un 30-35 por ciento de mujeres afectadas la sufren. La forma de paliarla son las técnicas de reproducción asistida; la vitrificación de ovocitos es una herramienta innovadora y muy prometedora".

¿Da pie al cáncer?
La relación con el cáncer aún no está clara, ya que los profesionales se debaten entre la casualidad y la causalidad: los tumores que se ven asociados con la enfermedad podían existir desde el principio o ser una degeneración maligna.

Hernández asegura que, aunque la endometriosis es una enfermedad agresiva y mutilante, no es oncológica: "Hay casos en los que el tumor puede haber degenerado al no haberse producido un diagnóstico precoz, pero globalmente hay que quedarse con la idea de que la endometriosis no es cáncer, aunque en ocasiones se comporte como esta patología".

Este trastorno desestructura todo el aparato genital y altera la anatomía, lo que dificulta el abordaje quirúrgico: "Con los tumores avanzados se actúa con radio y quimioterapia y después se puede optar por operar, o no, pero en el caso de la endometriosis la enfermedad es benigna y hay que operar directamente, lo que puede aportar más riesgos, especialmente en la endometriosis infiltrativa profunda con afectación del intestino y uréteres".

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