jueves, 23 de abril de 2009

enervación renal en HTA resistente


JANO.es
Enervación renal, alternativa para los pacientes con HTA rebelde
17 Abril 2009 · M. Duque. Orlando

Entre el 30 y el 40% de la población adulta mundial padece HTA y, de ellos, entre el 5 y el 10% sufre HTA verdaderamente resistente

La desactivación de los nervios renales (enervación renal) mediante un método en el que se utiliza un catéter reduce la presión arterial y, por lo tanto, podría ser una alternativa terapéutica para los numerosos pacientes con hipertensión (HTA) que no responden a los medicamentos convencionales. Los datos aparecen en un artículo publicado en The Lancet, cuya publicación coincide con la presentación de sus datos de la reunión del American College of Cardiology (ACC) celebrada en Florida (EE.UU.).

Entre el 30 y el 40% de la población adulta mundial padece HTA y, de ellos, entre el 5 y el 10% sufre HTA verdaderamente resistente. La hiperactividad de los nervios simpáticos renales se asocia con HTA y con su progresión, así como con nefropatía crónica e insuficiencia cardíaca. En este estudio preliminar de eficacia, el Prof. Henry Krum, de la Monash University de Melbourne (Australia), y sus colaboradores ensayaron la enervación simpática en pacientes con HTA resistente (definida como una presión arterial sistólica ≥160 mm Hg estando el sujeto en tratamiento con 3 o más antihipertensivos, entre ellos un diurético) para evaluar la seguridad y la reducción de la presión arterial.

Radiofrecuencia
Se incluyó en el estudio a 50 pacientes de 5 centros australianos y europeos. Se excluyó a 5 pacientes por razones anatómicas, recibiendo los 45 restantes un tratamiento de radiofrecuencia percutánea con catéter entre junio de 2007 y noviembre de 2008, con seguimiento posterior de hasta un año. El tratamiento consistió en la colocación de un catéter en la arteria femoral, dirigiéndolo hacia la arteria renal y haciéndolo avanzar hacia donde se localizan los nervios. Después se administraron de 4 a 6 aplicaciones de radiofrecuencia hasta la máxima desactivación del nervio. Se tomó la presión arterial en la consulta antes del tratamiento y al cabo de 1, 3, 6, 9 y 12 meses de la intervención, registrándose también los datos de seguridad.

Los investigadores encontraron que en los pacientes tratados, que estaban tomando una media de 4,7 medicamentos antihipertensivos cada uno, la presión arterial media era de 177/101 mm Hg antes de la enervación. Las presiones arteriales en la consulta se redujeron en -14/-10, -21/-10, -22/-11, -24/-11, y -27/-17 mm Hg a los 1, 3, 6, 9 y 12 meses respectivamente. En los 5 pacientes sin tratamiento, la elevación media de la presión arterial en la consulta fue +3/-2, +2/+3, +14/+9, y +26/+17 mm Hg a los 1, 3, 6 y 9 meses respectivamente.

Excelente seguridad
“Demostramos –concluyeron los autores– que este tratamiento breve con catéter tiene un excelente perfil de seguridad. No se derivaron de este procedimiento acontecimientos adversos a largo plazo… La enervación renal terapéutica ocasionó una disminución de la presión arterial importante y duradera, que se logró en pacientes resistentes a varios tipos de antihipertensivos. Además, la disminución de la presión arterial se observó ya en el primer mes, se redujo aún más al cabo de 3 meses y se mantuvo en las evaluaciones posteriores”.

Los autores consideran que si estos resultados iniciales se confirman mediante ensayos comparativos aleatorizados, la enervación simpática renal mediante catéter podría ser un tratamiento útil para este importante problema de salud pública.

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