De acuerdo con un estudio, las TC del tórax podrían aumentar el riesgo de cáncer de mama
El riesgo individual es pequeño, pero hay que asegurarse de que la prueba sea necesaria, advirtió una experta
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_131711.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 02/25/2013) Traducido del inglés: martes, 27 de noviembre, 2012 El riesgo parece ser más alto para las mujeres jóvenes, mostró la investigación preliminar. Por ejemplo, para una chica o mujer joven menor de 23 años, someterse a dos TC cardiacas o torácicas de alta dosis duplica el riesgo de desarrollar cáncer de mama en los próximos diez años, hallaron los investigadores.
"Hay una percepción de que las imágenes médicas son una panacea, pero las mujeres tienen que saber que estos exámenes conllevan un precio", señaló la autora principal del estudio Rebecca Smith-Bindman, profesora de epidemiología y bioestadísticas de la radiología y de las imágenes biomédicas de la Universidad de California, en San Francisco. "Si el examen es necesario, el riesgo es pequeño, pero casi siempre vale la pena. Si la prueba no es necesaria, debe evitarse".
Aún así, el riesgo general de una mujer es bajo, señaló. La tasa real para las mujeres jóvenes que se someten a dos escáneres es de alrededor de ocho casos de cáncer de mama por cada 100,000 mujeres, un aumento respecto a cuatro casos por 100,000, apuntó Smith-Bindman.
El estudio, que será presentado el martes en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (Radiology Society of North America) en Chicago, incluyó datos sobre la exposición a la radiación de la base de datos de los seguros de salud grupales. Los investigadores revisaron los datos sobre las dosis de la TC en más de 1,600 mujeres de 2000 a 2010, y usaron una técnica de modelado estadístico para calcular las dosis promedio de radiación que recibieron.
Los investigadores hallaron que el uso de TC aumentó con el tiempo. En 2000, hubo unas cien TC por cada mil mujeres inscritas. Para 2010, esa cifra había subido a 192 por cada mil mujeres. Casi la mitad de los escáneres de 2010 expusieron el tórax a radiación. La dosis de radiación varió según la prueba, y las dosis más altas se administraron durante escáneres del corazón o del tórax.
Los exámenes de medicina nuclear también podrían contribuir al riesgo de cáncer de mama, halló el estudio. Aunque el número de escáneres de imágenes nucleares (unos escáneres que utilizan una cantidad pequeña de un compuesto radioactivo) se redujo durante el periodo de 10 años, alrededor de un 84 por ciento de las realizadas en 2010 expusieron el tórax a la radiación, según el estudio.
Debido a que el tejido del pecho es tan sensible a la exposición a la radiación, los proveedores de imágenes deben prestar atención a las dosis de radiación y utilizar software para reducir la radiación siempre que sea posible, enfatizaron Smith-Bindman y colegas.
Richard Morin, profesor de física de la radiología de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, se mostró de acuerdo en que limitar las TC innecesarias y la exposición a la radiación es esencial.
"Siempre que el examen sea adecuado, el beneficio para el paciente supera por mucho el riesgo de la radiación", señaló Morin, quien no participó en el estudio.
"No deseamos asustar a los pacientes", añadió. "El riesgo de cáncer de mama en este grupo es muy bajo desde el principio. Detestaría enterarme de que alguien no se sometió a un examen porque le preocupaba el riesgo potencial, y que no halláramos una enfermedad".
Morin añadió que es importante anotar que los autores del estudio usaron el modelaje estadístico, en lugar de información real sobre las dosis de radiación, y que la mayoría de centros de hoy en día exponen a los pacientes a menos radiación que hace diez años. "Es difícil tomar unas estimaciones de las dosis y aplicarlas al riesgo", apuntó Morin.
Otro estudio que será presentado en la reunión obtuvo algunas buenas noticias sobre la mamografía. La cantidad de radiación que va a las áreas circundantes (lo que se conoce como radiación dispersa) como las glándulas de la tiroides o las salivares, la lente del ojo, el esternón o el útero, es muy baja.
"La radiación dispersa a partir de las mamografías es mínima, lo que resulta en un riesgo minúsculo para el paciente", escribieron los autores del estudio, del Centro Médico Hershey de la Universidad Estatal de Pensilvania.
"No se recomienda el uso de escudos para la tiroides [para proteger a la glándula tiroides durante una mamografía] para reducir el riesgo aún más", dijeron los autores. Los escudos para la tiroides pueden dañar la calidad de la mamografía, anotaron.
El estudio publicado incluyó a cien mujeres que usaron dispositivos especiales para medir la cantidad de radiación dispersa en otras áreas del cuerpo.
Los datos y conclusiones presentados en reuniones médicas deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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