SALUD | Patología urológica
¿Cómo frenar la incontinencia urinaria?
A partir de cierta edad, el problema afecta por igual a hombres y mujeres.| EM
- En verano, puede ser más problemática que en el resto del año
- Es recomendable evitar los cambios bruscos de temperatura
- Acudir al especialista cuando se tenga más de tres episodios en un año
No se considera una condición grave para la salud pero, sin embargo, y según los expertos, la calidad de vida de los pacientes que la sufren está por debajo de otras enfermedades más graves como la diabetes o la artritis reumatoide. La incontinencia urinaria afecta al 20%-30% de la población, siendo su incidencia mayor en mujeres que en hombres, con una proporción del 35% frente al 10-15%. Además, es una patología que aumenta linealmente con la edad hasta ser considerada como uno de los síndromes geriátricos más habituales.
Así lo expone a ELMUNDO.es Javier Cambronero, urólogo del Hospital Quirón San José de Madrid, quien asegura que hay un aumento de hasta el 30%-40% en las personas de mediana edad y de hasta un 30%-50% en los ancianos. "Hasta los 60 años, el 80% son mujeres, pero a partir de esta edad, la cifra se equipara en ambos sexos", añade el doctor Pedro Tormo, portavoz del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI).
Existen tres tipos de incontinencia urinaria: de esfuerzo, de urgencia o mixta. Si se asocia a un esfuerzo físico (tos, estornudo, etc.), expone Cambronero, se denomina 'de esfuerzo' (IUE), que es la más frecuente de todas con un 50% de prevalencia. Si va precedida de un deseo súbito de orinar, se denomina 'de urgencia' (IUU) y supone el 20%, y por último, la 'mixta' que ocupa el 30% y se da cuando se asocian ambas condiciones. Además, hay una condición especial llamada enuresis, que es cuando la pérdida de orina se produce durante el sueño. "La pérdida de cualquier cantidad de orina se considera siempre patológica", afirma el experto. Concretamente, en las mujeres mayores predominan la de urgencia y la mixta, mientras que la incontinencia por esfuerzo lo hace en las más jóvenes y de edad media.
Todos los casos tienen tratamiento
El tratamiento es etiológico: primero se diagnostican sus causas y después, matiza el experto, se tratan específicamente. Dependiendo del caso y del tipo de incontinencia, primero se realizan unos ejercicios de suelo pélvico y después, si el grado es moderado o alto, existen múltiples técnicas quirúrgicas cuyo objetivo es "dar soporte a la uretra, ya se trate de pacientes hombres o mujeres", explica Pedro Paniagua, jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario de Móstoles (Madrid).Pero lo más importante, aseguran los facultativos, es que todos los casos tienen tratamiento, y la mayor parte de ellos, además, tienen curación. Pero, existen determinadas situaciones que no podemos controlar, y aumenta la incidencia, como son la edad, el embarazo, el número de partos y la menopausia. Por otro lado, y en cuanto a los síntomas, sí se pueden paliar y controlar. Y para ello, se recomienda poner en marcha una serie de acciones, tal como indica Cambronero: controlar la ingesta de líquidos, usar absorbentes de forma preventiva, utilizar ropas oscuras y amplias para disimular una posible pérdida o usar siempre absorbentes diseñados para la orina.
Es muy importante, "acudir a un especialista en cuanto se tengan más de tres episodios involuntarios de pérdida de orina en un año", agrega Paniagua.
Pautas y recomendaciones
El calor, el sol, las duchas frías, las bebidas refrigeradas o el aire acondicionado son algunos de los factores que hacen que la incontinencia se dispare en verano. Pero a pesar de que no existe ninguna evidencia científica sobre que esta patología pueda ser más frecuente en verano, sí es cierto que "puede ser más problemática en esta época del año por la ropa que se utiliza y la mayor dificultad de ocultarla", apunta Cambronero.Por ello, el doctor Tormo enumera algunas recomendaciones importantes para que la patología no se dispare. "Eliminando el riesgo, minimizaremos el peligro o sus consecuencias", señala.
- Evitar el hielo y no beber agua extremadamente fría. Siempre hacerlo por el vaso, nunca por la botella o por el recipiente.
- No beber de forma ansiosa, ni con rapidez. Mejor hacerlo siempre en trago corto.
- Obligarnos a orinar sin ganas cada tres horas, efectuar un adecuado vaciamiento vesical completo.
- Realizar la maniobra de Credé al orinar (aplicar presión sobre el bajo vientre con una mano en el momento de la micción).
- Evitar el estreñimiento.
- Practicar Pilates.
- Evitar los contrastes bruscos de temperatura.
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