reforzar los recursos de primaria
Diagnóstico temprano, un seguro de vida en sarcoma
La detección precoz es un arma para luchar contra los efectos de los sarcomas, tumores que tienen una elevada variabilidad histológica.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es | 19/09/2013 17:59
El sarcoma es un tipo de tumor que puede afectar tanto a tejido óseo como al muscular o nervioso. Una de sus principales características es que es raro e infrecuente y que suele afectar mayoritariamente a niños y a adolescentes, aunque también pueden darse casos en adultos y ancianos. El diagnóstico resulta fundamental en este tumor para que el abordaje terapéutico sea lo menos invasivo posible y que se logren mayores tasas de supervivencia, ya que, por ejemplo, en el sarcoma óseo, el más común en los niños, "las tasas globales de supervivencia se sitúan en torno al 80 por ciento, pero aún queda un 20 por ciento de mortalidad", ha indicado a DM Ricardo Cubedo, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda, en Madrid, y miembro de la junta directiva del Grupo Español de Investigación en Sarcomas (GEIS).
El profesional participa en la jornada sobre detección precoz del sarcoma que se celebra en el citado hospital promovida por la Fundación Mari Paz Jiménez Casado que también se presenta en sociedad y que coincide con la celebración del Día Nacional del Sarcoma.
- Los mayores retrasos relacionados con el diagnóstico temprano se acumulan en las consultas de especialistas que no están familiarizados con sarcomas
Para Cubedo, otra de las características de esta neoplasia es su variabilidad, ya que existen más de 150 variantes de sarcomas, con peculiaridades distintas y diversas entre ellos, lo que evidentemente "es un obstáculo más para el diagnóstico y el abordaje". En el caso del osteosarcoma, factores hormonales relacionados con el crecimiento están en el punto de mira de la investigación, aunque Cubedo reconoce que no existen datos concluyentes, "más aún cuando la variación es tan rica". No obstante, también advierte de que en los últimos 2-3 años el tratamiento farmacológico ha dado un giro ventajoso con el desarrollo de moléculas biológicas que se dirigen a dianas concretas. "Un caso claro en el que el pronóstico ha cambiado radicalmente es el sarcoma intestinal con la administración de imatinib o sunitinib, por ejemplo". El tratamiento básico del sarcoma sigue siendo la cirugía, seguida de quimioterapia y radioterapia, y en el que la coordinación debe ser máxima.
No obstante, sigue insistiendo en la necesidad del diagnóstico temprano. Los últimos datos del GEIS hacen hincapié en que "donde se acumula el mayor retraso diagnóstico es cuando el paciente llega al especialista no acostumbrado a ver un sarcoma", según Cubedo. Así, uno de los proyectos más innovadores, y que se presentan en esta jornada, es la puesta en marcha de un programa piloto para la detección precoz del sarcoma en la asistencia primaria. "Se trata de explicar y reforzar los recursos de primaria para que los casos de sospecha se deriven a expertos". En este sentido, el oncólogo ha recordado que no existen en España, aunque hay experiencias incipientes en Cataluña, unidades o centros de referencia de sarcomas, "una pelea tradicional del GEIS".
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