Balance agridulce
Las luces y las sombras de los nuevos antidiabéticos
Muchos agentes ni elevan ni reducen los eventos isquémicos. Los efectos sobre la salud cardiovascular son un gran reto.
Javier Granda. Amsterdam | dmredaccion@diariomedico.com | 09/09/2013 00:00
Lina Badimón, directora del Centro ()
- El abordaje de los niveles de HDL es más complejo que el del LDL. Por tanto, aún queda mucho camino que recorrer en el ámbito de la apoA-1 y el equilibrio de HDL
Fármacos inocuos
Según Deepak Bhatt, de VA Boston Healthcare System e investigador principal de Savor-Timi, "es evidente que ni estos dos fármacos ni ningún otro de los inhibidores DPP-4 parecen tener un impacto favorable en los resultados cardiovasculares cuando se hace un seguimiento a medio plazo".
Por su parte, William White, de la Universidad de Connecticut y principal responsable de Examine, recuerda que, en la actualidad, la primera línea para el tratamiento de la diabetes es la metformina, "pero está en el aire cuál será el fármaco de segunda elección". Además, los malos resultados del inductor de apoA-1 RVX-208 en el estudio Assure fueron descritos por su investigador principal Steven Nicholls como "decepcionantes y sorprendentes".
A pesar de estos resultados, Lina Badimón, directora del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona, señala que se pueden aprender lecciones porque, "a diferencia de las gliptinas, las glitazonas mostraban efectos secundarios en eventos cardiovasculares mayores. Y supone un avance demostrar que son inocuos, aunque, evidentemente, no producen ningún efecto". Según su criterio, estos fármacos van a ser armas útiles en endocrinología, "aunque no en el control cardiovascular mayor, pero quizá sí como segundos fármacos tras metformina o en asociación con algún otro agente, porque dan la seguridad de que no hay efectos secundarios".
Elevar el HDL
Para la experta, el efecto que causa saxagliptina en la insuficiencia cardiaca y que se ha comprobado en el estudio Savor-Timi "debe investigarse en profundidad porque ya se ha visto que sucedía con las glitazonas: pese a pertenecer a un endpoint secundario, vuelve a dar el mismo patrón y requerirá estudios adicionales". Sobre el estudio Assure, ha recordado que, pese a que todos los resultados obtenidos tienden a una mejora, queda mucho por hacer en el campo de la apoA-1 y los niveles de HDL. "Las HDL son mucho más complejas que las LDL y no tenemos fármacos que evidencien que elevarlas es beneficioso. En este ensayo se pretendía aumentar la apoA-1, la proteína que inicia la formación de la HDL, a diferencia de los fármacos como dalcetrapib, que fallaron porque aumentaban las HDL ya cargadas de colesterol", ha recordado.
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