Trastornos del oído interno pueden causar hiperactividad
07-09/09/2013 - E.P.
La investigación también implica a dos proteínas del cerebro en este proceso proporcionando posibles objetivos para la intervención
Durante años, los científicos han observado que muchos niños y adolescentes con trastornos del oído interno, particularmente graves alteraciones que afectan tanto a la audición como al equilibrio, también tienen problemas de comportamiento, como hiperactividad. Hasta ahora, nadie ha sido capaz de determinar si los trastornos del oído y los problemas de comportamiento en realidad están vinculados.
"Nuestro estudio proporciona la primera evidencia de que una discapacidad sensorial, como la disfunción del oído interno, puede inducir cambios moleculares específicos en el cerebro que causan las conductas desadaptativas que tradicionalmente se ha considerado que se originan exclusivamente en el cerebro", afirmó el director del estudio, Jean M. Hébert, profesor del Departamento de Neurociencia y Genética Dominick P. Purpura en Einstein.
Los trastornos del oído interno son causados por defectos genéticos pero también por una infección o lesión. La idea del estudio surgió cuando Michelle W. Antoine, se dio cuenta de que algunos modelos en el laboratorio del doctor Hébert fueron inusualmente activos, en un estado de movimiento casi constante.
Investigaciones posteriores revelaron que esos modelos experimentales tenían defectos cocleares y vestibular graves y eran profundamente sordos. "Entonces nos dimos cuenta de que proporcionaban una buena oportunidad para estudiar la relación entre la disfunción y el comportamiento del oído interno", recuerda el doctor Hébert .
Los científicos vieron que los problemas del oído interno de los sujetos eran debidos a una mutación en un gen llamado Slc12a2, que media en el transporte de moléculas de sodio, potasio y cloro en diversos tejidos, incluyendo el oído interno y el sistema nervioso central (SNC), y que también se encuentra en los seres humanos.
Para determinar si la mutación del gen estaba ligada a la hiperactividad de los animales, los investigadores eliminaron selectivamente Slc12a2, bien del oído interno, de diversas partes del cerebro que controlan el movimiento o de todo el SNC. "Para nuestra sorpresa, no fue hasta que se suprimió el gen del oído interno cuando se observó un aumento de la actividad locomotora", subrayó el director del estudio.
Los autores plantearon la hipótesis de que los defectos del oído interno causan funcionamiento anormal del cuerpo estriado, zona central del cerebro que controla el movimiento. Las pruebas revelaron un aumento de los niveles de dos proteínas implicadas en una vía de señalización que controla la acción de los neurotransmisores: Perk y pCREB, que está más abajo en la vía de señalización de Perk. Se observaron incrementos en los niveles de las dos proteínas sólo en el cuerpo estriado y no en otras regiones del cerebro anterior.
Para descubrir si el aumento de los niveles de Perk causó una subida anormal de la actividad locomotora los individuos deficientes en Slc12a2 recibieron inyecciones de SL327, un inhibidor de Perk, que restauró los niveles normales de la actividad locomotora, sin afectar a los niveles de actividad en los controles. El estudio sugiere que el aumento de Perk en el cuerpo estriado eleva selectivamente la actividad locomotora y no la actividad general.
Según los investigadores, la hiperactividad en los niños con trastornos del oído interno puede ser controlable con medicamentos que, directa o indirectamente, inhiben la vía Perk en el cuerpo estriado. "Nuestro estudio también plantea la intrigante posibilidad de que otras deficiencias sensoriales no asociadas con defectos del oído interno pueden causar o contribuir a trastornos psiquiátricos o motores que ahora se consideran exclusivamente de origen cerebral", concluye Hébert.
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