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Institutos Nacionales de la Salud
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Una terapia para el trauma alivia angustia de las madres de bebés prematuros
Traducido del inglés: lunes, 9 de septiembre, 2013
Por Anne Harding
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una terapia diseñada para tratar a las víctimas del trauma militar alivia el angustia y la depresión de las madres de los bebés prematuros.
"Tener un bebé prematuro es una experiencia extremadamente traumática para los padres de ese bebé y es muy importante detectar y tratar de alguna manera sus trastornos emocionales", dijo el autor principal de un nuevo estudio, doctor Richard Shaw, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford en Palo Alto en California.
"Podemos ofrecerles una intervención breve, eficiente en costo y útil que reduce la angustia emocional", añadió. Shaw comentó que hasta un 40 por ciento de las madres de bebés prematuros tienen síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT), que puede tener consecuencias negativas para la madre y el bebé.
La nueva intervención incluye elementos del programa de la Unidad de Cuidado Neonatal (UTIN) COPE (Crear Oportunidades para Empoderar a los Padres), que en estudios previos había logrado aliviar la ansiedad, la depresión y el estrés de los padres, a la vez que reforzaba su confianza y sus habilidades de crianza.
El equipo de Shaw le sumó técnicas de terapia cognitiva conductual orientada al trauma. El programa consta de seis sesiones.
Al azar, 105 mujeres que habían tenido un bebé de 25 a 34 semanas de gestación participaron del programa, o se incorporaron a un grupo de control, que entrega información sobre crianza y cómo relacionarse en la UTIN.
Los elementos orientados al trauma incluían la descripción materna de la experiencia de tener un bebé prematuro y de estar en la UTIN. Esas descripciones se grababan y transcribían para que las mujeres pudieran leerle la transcripción al terapeuta en la siguiente sesión.
"El trabajo con la terapia cognitiva conductual orientada al trauma sugiere que si una persona repasa la historia del trauma con un terapeuta y procesa las experiencias más emocionales, puede poner esa historia en contexto y reducir los síntomas del TEPT", dijo Shaw.
Los elementos originales del COPE incluyen asistencia para que las madres puedan tocar y sostener a sus bebés mientras están en la incubadora y modifiquen la idea de que son muy vulnerables. Las madres aprenden también a reconocer si sus bebés están estresados y cómo interactuar con ellos de manera saludable.
En las participantes del programa, los síntomas de trauma y depresión disminuyeron significativamente, y las madres con más estrés al inicio del estudio fueron las más beneficiadas, según publica el equipo en Pediatrics.
Los síntomas de TEPT, evaluados con una escala del cero al 136 (a mayor puntaje, síntomas más graves), cayeron unos 13 puntos con la intervención y unos 5,5 puntos sin la intervención, versus unos 50 puntos iniciales.
Los síntomas de depresión en una escala de cero a 63 disminuyeron unos 9 puntos con la intervención y unos 5 puntos sin la intervención, desde el promedio inicial de 20 puntos.
La ansiedad se redujo de manera similar en ambos grupos. Shaw dijo que el programa también podría ampliarse a los padres, no incluidos en el estudio.
FUENTE: Pediatrics, online 2 de septiembre del 2013.
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una terapia diseñada para tratar a las víctimas del trauma militar alivia el angustia y la depresión de las madres de los bebés prematuros.
"Tener un bebé prematuro es una experiencia extremadamente traumática para los padres de ese bebé y es muy importante detectar y tratar de alguna manera sus trastornos emocionales", dijo el autor principal de un nuevo estudio, doctor Richard Shaw, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford en Palo Alto en California.
"Podemos ofrecerles una intervención breve, eficiente en costo y útil que reduce la angustia emocional", añadió. Shaw comentó que hasta un 40 por ciento de las madres de bebés prematuros tienen síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT), que puede tener consecuencias negativas para la madre y el bebé.
La nueva intervención incluye elementos del programa de la Unidad de Cuidado Neonatal (UTIN) COPE (Crear Oportunidades para Empoderar a los Padres), que en estudios previos había logrado aliviar la ansiedad, la depresión y el estrés de los padres, a la vez que reforzaba su confianza y sus habilidades de crianza.
El equipo de Shaw le sumó técnicas de terapia cognitiva conductual orientada al trauma. El programa consta de seis sesiones.
Al azar, 105 mujeres que habían tenido un bebé de 25 a 34 semanas de gestación participaron del programa, o se incorporaron a un grupo de control, que entrega información sobre crianza y cómo relacionarse en la UTIN.
Los elementos orientados al trauma incluían la descripción materna de la experiencia de tener un bebé prematuro y de estar en la UTIN. Esas descripciones se grababan y transcribían para que las mujeres pudieran leerle la transcripción al terapeuta en la siguiente sesión.
"El trabajo con la terapia cognitiva conductual orientada al trauma sugiere que si una persona repasa la historia del trauma con un terapeuta y procesa las experiencias más emocionales, puede poner esa historia en contexto y reducir los síntomas del TEPT", dijo Shaw.
Los elementos originales del COPE incluyen asistencia para que las madres puedan tocar y sostener a sus bebés mientras están en la incubadora y modifiquen la idea de que son muy vulnerables. Las madres aprenden también a reconocer si sus bebés están estresados y cómo interactuar con ellos de manera saludable.
En las participantes del programa, los síntomas de trauma y depresión disminuyeron significativamente, y las madres con más estrés al inicio del estudio fueron las más beneficiadas, según publica el equipo en Pediatrics.
Los síntomas de TEPT, evaluados con una escala del cero al 136 (a mayor puntaje, síntomas más graves), cayeron unos 13 puntos con la intervención y unos 5,5 puntos sin la intervención, versus unos 50 puntos iniciales.
Los síntomas de depresión en una escala de cero a 63 disminuyeron unos 9 puntos con la intervención y unos 5 puntos sin la intervención, desde el promedio inicial de 20 puntos.
La ansiedad se redujo de manera similar en ambos grupos. Shaw dijo que el programa también podría ampliarse a los padres, no incluidos en el estudio.
FUENTE: Pediatrics, online 2 de septiembre del 2013.
Reuters Health
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