Tratan los efectos tóxicos de la mutación de ELA en las neuronas con células epiteliales del paciente
19-21/10/2013 - E.P.
Han desarrollado con éxito una estrategia terapéutica para bloquear la neurodegeneración que se produce en la esclerosis lateral amiotrófica y en la demencia frontotemporal ocasionada por alteraciones genéticas
La mutación genética más común en ELA y FTD es una expansión anormal repetida de la secuencia de codificación dentro de un gen, C9ORF72, con función desconocida. Se ha visto esta mutación en por lo menos el ocho por ciento de los casos de ELA esporádica y FTD y más del cuarenta por ciento de casos de ELA hereditaria y FTD.
"Hemos diseñado experimentos para averiguar cómo la expansión de la repetición en C9ORF72 causa la muerte celular y la progresión de la enfermedad", explica la coautora principal, Rita Sattler, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland (Estados Unidos). "Utilizamos células de la piel humana de los pacientes afectados de ELA y las convertimos en neuronas a través de una tecnología de producción de células madre pluripotentes inducidas", concreta.
Los científicos hallaron que esas neuronas tenían diferentes anomalías, incluyendo expresión génica desregulada, agregación de las proteínas que se unen al ARN de expansión y susceptibilidad a daños por exceso de estimulación. Estos efectos fueron contrarrestados por el bloqueo de los ARN producidos por la expansión genética anormal en C9ORF72.
Este descubrimiento revela cómo la expansión repetida en C9ORF72 puede causar ELA y demuestra el potencial terapéutico de dirigirse directamente a los subproductos tóxicos de ARN generados por la expansión C9ORF72. "Hay una gran necesidad de tratamientos tanto para ELA y FTD. Es importante el nuevo uso de estas células madre para identificar rápidamente nuevos tratamientos", afirma el otro coautor, Jeffrey Rothstein, director del Instituto de Ciencias del Cerebro y el Centro Robert Packard para la investigación de ELA en la Universidad Johns Hopkins.
Los resultados indican que la toxicidad de ARN desempeña un papel clave en el desarrollo de ELA, así como en FTD. "En el futuro, la investigación debe centrarse en la optimización de las terapias candidatas descubiertas por nuestro equipo en este estudio, así como en biomarcadores que pueden ser utilizados para poner a prueba la eficacia de otros fármacos potencialmente prometedores", concluye el doctor Rothstein.
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