domingo, 11 de noviembre de 2012

Fiebre, sudación y crisis vasomotoras (sofocos) (PDQ®) - National Cancer Institute

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Fiebre, sudación y crisis vasomotoras (sofocos) (PDQ®) - National Cancer Institute


Fiebre

Descripción
Etiología
Evaluación
Intervenciones
Intervenciones primarias
        Fiebre a causa de infecciones
        Fiebre paraneoplásica
        Fiebre relacionada con el uso de fármacos
        Síndrome neuroléptico maligno
        Fiebre relacionada con productos sanguíneos
Intervenciones no específicas para la paliación de la fiebre


Descripción
La temperatura normal del cuerpo humano presenta un ritmo circadiano. La temperatura corporal se encuentra en su punto más bajo horas antes del amanecer, 36,1°C (97°F) o menos y aumenta a 37,4°C (99,3°F) o más durante las horas de la tarde. La temperatura corporal normal se mantiene gracias a mecanismos termorreguladores que ajustan la pérdida y la producción de calor.[1-3]
Las elevaciones anormales de temperatura son el resultado de ya sea a la hipertermia o pirexia (fiebre). La hipertermia resulta de una falla de los mecanismos de control térmico. En la fiebre, los mecanismos de control térmico están intactos, pero el punto fijo térmico hipotalámico se eleva por encima de lo normal debido a fármacos pirógenos exógenos o endógenos. La fiebre tiene tres fases. En la fase inicial, la vasoconstricción cutánea promueve la retención de calor y los temblores generan calor adicional. Cuando se alcanza el nuevo punto fijo (elevado), la producción de calor se equilibra con la pérdida del mismo y los temblores cesan. Al descender el punto fijo a su estado normal, la vasodilatación cutánea promueve la pérdida de calor al ambiente en forma de sudor. Esos mismos mecanismos mantienen la temperatura corporal en individuos afebriles.[1-4]
La reacción a la fiebre varía con la edad. En las personas ancianas, un sistema termorregulador inadecuado puede contribuir a la aparición de hipertermia y puede también resultar en arritmias, isquemia, cambios en la condición mental o insuficiencia cardiaca a causa de un aumento de las demandas metabólicas. Los niños entre las edades de 6 meses y 6 años pueden padecer convulsiones febriles.
En este sumario, a menos que se indique lo contrario, se tratan temas relacionados con datos probatorios y prácticas referidas a los adultos. Los datos probatorios y la aplicación a la práctica referida a los niños pueden diferir significativamente de la información pertinente a los adultos. Cuando la información específica sobre la atención de los niños esté disponible, se resumirá bajo su propio encabezado.

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