Salud
Lunes 12 de noviembre de 2012 | Publicado en edición impresaSin acuerdo
Hipótesis controvertida: declinaría la calidad de los espermatozoides
Con más de siete mil millones de personas sobre la superficie del planeta, no parece probable que los hombres tengan problemas de fertilidad. Algunos investigadores, sin embargo, encuentran motivos para preocuparse: según sugieren diferentes estudios y perciben los especialistas en su práctica clínica, la calidad de los espermatozoides estaría declinando.
Uno de los científicos que lleva tres décadas alertando sobre esta situación es el endocrinólogo danés Niels Skakkebaek, del Hospital Universitario de Copenhague, que la semana última aseguró a la revista El País Semanal que "la fertilidad humana ha descendido en la mayoría de los países" y lo atribuye, entre otras causas, a que la calidad del semen cotiza en baja. En los Estados Unidos, lo habría hecho a un ritmo del 1,5% cada año, entre 1938 y 1988, y en Europa este descenso sería del 3,1% anual entre 1971 y 1990.Skakkebaek recibe mucha atención desde que en 1992 dio a conocer en el British Journal of Medicine un estudio en el que analizó con su equipo docenas de trabajos publicados sobre la calidad del semen. De acuerdo con sus resultados, las cuentas espermáticas globales (el número de espermatozoides de una eyaculación) se habían reducido un 50% en las cinco décadas previas al informe. Los científicos daneses lo atribuyeron a la sopa de sustancias químicas con la que convivimos diariamente, y especialmente a algunos compuestos, llamados orgánicos, que pueden actuar como hormonas e interferir con la producción de estas células masculinas. Evidencias anecdóticas de bancos de semen parecieron apuntar en la misma dirección.
El estudio danés fue enormemente influyente: en poco tiempo fue citado 1000 veces en trabajos posteriores..., pero también fue muy criticado; entre otras cosas, por la cantidad de tiempo que los hombres se abstuvieron de eyacular antes de que su semen se recolectara, lo que puede afectar los resultados del espermograma.
Para complicar aún más las cosas, el año pasado su propio equipo publicó otro trabajo en Epidemiology, esta vez dirigido por Niels Jorgensen, con resultados totalmente diferentes: después de recolectar y analizar muestras anuales de 5000 jóvenes daneses de 18 años que se sometieron a las pruebas del servicio militar a lo largo de una década y media, no encontraron virtualmente declinación en la calidad.
Una ecuación delicada
Para el doctor Sergio Papier, director médico del Centro de Estudios en Ginecología y Reprodución ( Cegyr), la comparación de grupos históricos es complicada. "¿Qué se valora? ¿Sólo número de espermatozoides, movilidad, fragmentación del ADN...? Es difícil que los trabajos tengan suficiente solidez -afirma-. En el consultorio uno ve mayor prevalencia de parejas infértiles con espermogramas alterados, y eso se puede deber al estilo de vida, el estrés, el tabaquismo, la obesidad..." Papier subraya, sin embargo, que aunque hay cierta declinación espermática, esto no siempre se refleja en la posibilidad de llegar a la paternidad. "La fertilidad siempre es de a dos", subraya. Y agrega el doctor Sergio Pasqualini, presidente de Halitus: "Hay parejas con hijos en las que el espermograma del hombre está bajo, pero a lo mejor la mujer es superfértil".Aunque destaca que no hay estudios estadísticos como los europeos en el país, la doctora Stella Lancuba, directora del Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva (Cimer), coincide en que se ve un aumento de problemas masculinos en las parejas que trata. Pero, aclara, "tal vez más que a aumento de patología esto se debe a que contamos con mejores métodos de detección".
"Lamentablemente, no tenemos datos epidemiológicos -explica-, pero en nuestro centro hasta cuatro de cada diez parejas tienen patología espermática. No tengo duda de que lo ambiental incide y también el uso de algunos fármacos, como los antidepresivos y antihipertensivos. El espermatozoide es una célula sensible a los fármacos y a las drogas."
Para el doctor Fernando Neuspiller, director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), la señal de que está disminuyendo considerablemente la calidad del semen es que en 2010 la Organización Mundial de la Salud modificó las guías para interpretar el espermograma considerado normal hacia valores menores.
"Se pasó de 20 millones de espermatozoides por mililitro a 15 millones, los niveles de espermatozoides móviles pasaron de 50% a 39% y la concentración de espermatozoides normales pasó del 14% al 4% -detalla el especialista-. Esto es llamativo. Las concentraciones son cada vez más chicas." Pero, aclara Neuspiller, esto de todas maneras no incidiría en la probabilidad de gestación. "Es la misma si tenemos 20 millones por mililitro o 15 millones -dice-. Ahora, si un hombre no tiene por lo menos 10 millones de espermatozoides móviles, quizás tenga una posibilidad menor de gestación."
Más allá de los números, los especialistas recuerdan que entre las medidas que están a nuestro alcance para preservar la calidad del semen figuran llevar una vida saludable, disminuir el estrés, comer con pocas grasas, evitar el tabaquismo y otras drogas, también evitar el manejo sin protección de agroquímicos y solventes orgánicos, y la inhalación de emanaciones de plomo
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