Resultados
a nivel nacional demuestran la posibilidad predecir la supervivencia en
trasplantes cardiacos urgentes y la conveniencia de retrasar su ejecución
Investigadores de la RIC demandan un cambio
en el manejo de los pacientes que requieren trasplante cardíaco urgente
Predecir el pronóstico en
trasplantes cardíacos urgentes y saber cuándo es mejor retrasar el trasplante
cardíaco. Estas son las dos principales conclusiones de un importante estudio desarrollado
en 15 de los 16 centros hospitalarios que disponen de un programa de trasplante
cardiaco de pacientes adultos en España.
Los resultados de este
estudio multicéntrico en todo el territorio español que ha merecido ser
publicado en la revista Circulation: Heart
Failure, avalan la utilidad de la escala INTERMACS para anticipar el
pronóstico postoperatorio de pacientes críticos que reciben un trasplante
cardiaco en situación de extrema urgencia y consecuentemente valorar en cada
caso si es mejor retrasar el trasplante cardíaco.
El estudio, realizado por
investigadores de la RIC (Red de Investigación Cardiovascular) del Instituto de
Salud Carlos III y coordinado por los doctores Eduardo Barge y Marisa Crespo,
de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada y Trasplante Cardíaco del
Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de A Coruña, corrobora
a nivel nacional las conclusiones del análisis previo realizado por los mismos
investigadores en Galicia en 2011.
La escala INTERMACS es
una herramienta clínica sencilla que permite establecer una rápida
clasificación de los pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada en siete
perfiles en base al grado de deterioro hemodinámico y a la severidad de la
afectación de los órganos diana. De acuerdo con esta escala, el perfil
INTERMACS 1 supone el nivel más crítico, mientras que el perfil INTERMACS 7 define
la situación clínica más favorable. Según el Dr. Eduardo Barge “El nivel de
cada paciente lo establece el médico de forma rápida y sencilla en la cabecera
del enfermo atendiendo a su estado clínico. Esto es una gran ventaja”.
Los investigadores de la
RIC analizaron el pronóstico postoperatorio de 704 pacientes adultos con
insuficiencia cardiaca crítica que recibieron un trasplante cardiaco con un status
emergente en 15 hospitales españoles durante el periodo 2000-2009. Dicho status
emergente, denominado alerta 0 por la
Organización Nacional de Trasplantes (ONT), supone que el paciente presenta un
elevado riesgo de mortalidad a corto plazo derivado de su cardiopatía y, por
tanto, conlleva prioridad sobre el resto de receptores incluidos en lista de
espera para recibir el primer corazón donante compatible que se genere en el
país.
Los pacientes estudiados
fueron clasificados en tres grupos en función del perfil INTERMACS que
presentaban en el momento del trasplante. Un 30% se asignaron al perfil 1
(“shock cardiogénico crítico”), un 40% al perfil 2 (“deterioro clínico
progresivo”) y el restante 30% a los perfiles 3 (“estable con inotrópicos”) ó 4
(“síntomas en reposo”). Ningún paciente fue asignado a los perfiles 5,6 o 7,
que definen una situación clínica de menor severidad que probablemente no
justificaría la inclusión del paciente en lista de espera para trasplante
cardiaco en situación de alerta 0.
El estudio de la RIC
demostró una consistente asociación entre el perfil clínico preoperatorio y la
supervivencia tras el trasplante cardiaco, de modo que los pacientes con un
nivel INTERMACS más bajo y, por tanto, con un estado clínico más severamente
afectado, presentaron una supervivencia menor tras la intervención. Esto se
debió fundamentalmente una mayor frecuencia de complicaciones postoperatorias
precoces como fallo primario del injerto ó fracaso renal agudo y una mayor
mortalidad intrahospitalaria tras el trasplante (41% en el grupo INTERMACS 1,
27% en el grupo INTERMACS 2 y 18% en el grupo INTERMACS 3-4). Cabe destacar,
sin embargo, que las causas de muerte y la supervivencia a largo plazo de los
pacientes que superaron la fase postoperatoria intrahospitalaria fueron similares
en los tres grupos.
“Estos resultados apuntan
hacia la necesidad de un cambio de paradigma en el manejo terapéutico de los
pacientes con insuficiencia cardiaca crítica” según el Dr. Eduardo Barge. El
investigador principal de este estudio explica que “La elevada mortalidad
postoperatoria observada en los pacientes con perfiles INTERMACS 1 y 2 nos indica que plantear de entrada el trasplante cardiaco no es,
probablemente, la mejor opción terapéutica en estos casos”.
La recomendación de este
cardiólogo sería “proceder inicialmente a la estabilización del paciente y
retrasar su inclusión en lista de espera unos días, al menos hasta conseguir
que su estado clínico haya mejorado lo suficiente como para realizar el
trasplante cardiaco con una razonable expectativa de supervivencia”. “En la
mayoría de los casos” –prosigue el Dr. Barge- la estabilización del paciente
sólo puede llevarse a cabo con éxito mediante el implante de un dispositivo
mecánico de asistencia circulatoria, de ahí el crucial interés que conlleva el
desarrollo de este tipo de terapias en los centros que realizan trasplante
cardiaco”.
Referencia bibliográfica: Circ
Heart Fail. 2013 Jul 1;6(4):763-72. doi: 10.1161/CIRCHEARTFAILURE.112. 000237. Epub
2013 May 14.
Foto:
Dres Eduardo Barge y Marisa Crespo
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